La ausencia de un Gobierno con capacidad de control en Somalia hace muy difícil la gestión diplomática
Los piratas somalíes amenazaron ayer con "imponer una fuerte pena" a los tripulantes del atunero español secuestrado el viernes, por "pescar ilegalmente en Somalia", según declaró ayer a Efe un portavoz de los secuestradores.
Sugule Ali confirmó por medio de un teléfono satélite desde el puerto de Hobyo, en la región central de Somalia, que habían secuestrado el Alakrana.
"La tripulación española se enfrenta a una fuerte pena porque su Gobierno ha solicitado de la Unión Europea ayuda para mantener la pesca ilegal en Somalia", recalcó Ali, sin precisar el tipo de pena, aunque en el lenguaje de los piratas se entiende que reclamarán un abultado rescate.
Preguntado sobre si harían diferencias entre los tripulantes españoles y los de otras nacionalidades del Alakrana, respondió que habían decidido "imponer penas a los ciudadanos de países que tienen fuerzas en aguas somalíes".
En un país donde no hay un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barré, muchos de los piratas aseguran que son "guardacostas voluntarios".
Gestiones en Kenia
Al margen de las amenazas, y a la vez que se mantiene activo el dispositivo militar y de espionaje, la embajada de España en Kenia, la más cercana a Somalia, en colaboración con diplomáticos de otros países, trata de establecer un canal de comunicación con el Gobierno somalí.
Junto a los responsables diplomáticos están los representantes de la empresa del barco, que esperan un primer contacto de los piratas.
Barcos pesqueros amarrados en el puerto de Bermeo. EFE
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