Mide 157 centímetros y tiene 19 años. Ha llegado de Cádiz con todo su descaro para ser la revelación del MRA en este inicio
Cuando coge el balón, se lo cose a su zurda. Lo conduce a todo trapo, es hábil en el regate, encara y desborda. Y marca goles. Lleva dos en tres partidos, y se ha convertido en el jugador revelación en el MRA. Jesús Antonio Solano Otero Jesulito, ha llegado desde Cádiz con sus 157 centímetros y está llamado a ser un gran jugador, aunque en el club se le quiere mimar y no dar un paso antes de lo previsto.
¿Cómo se acopla un gaditano a la vida de Pamplona?
Todo va marcha muy bien. La gente del club está muy atenta. Siempre me preguntan: "Jesús, ¿te falta algo?" No he podido tener mejor recibimiento. Ahora sólo nos falta ganar el primer partido y mientras tanto yo seguiré acoplándome y aprendiendo de todos.
¿Le costó tomar la decisión de dejar su casa con 19 años y venir a 1.000 kilómetros?
Da pena salir de tu tierra, pero yo quiero dedicarme al fútbol sala. El MRA Navarra me ha dado esa oportunidad. Me he venido con mi novia, con la que llevo toda la vida. Sin ella también hubiera venido, pero así será todo más fácil.
¿Qué pensó cuando le llamaron?
Que podía cumplir el sueño de cualquier chaval que le gusta el fútbol sala. Hablé con Imanol y vi que todo estaba avanzado. He jugado siempre en Cádiz, pero bajamos y tuve que irme a Sevilla para jugar en Plata. Ahora me llega la ocasión de estar en lo máximo.
Y es profesional.
Es una responsabilidad. En Sevilla me pagaban, pero lo combinaba con un trabajo de jardinero. Ahora, sí. Me dedico al fútbol sala gracias a la confianza del MRA.
Lo suyo es la habilidad con el balón. ¿Cómo lo hace?
Me encanta Marquinho (brasileño del Inter Movistar). No digo que sea como él, sino que tengo cualidades parecidas e intento explotarlas como hace él. Sé que tengo que aprender mucho. En Cádiz ya me decían que acabaría en un club de División de Honor.
No es habitual ver a jugadores andaluces en el MRA Navarra.
Allí hay muchos habilidosos, como yo. El problema es que no les gusta defender. Les cuesta trabajar, tener una constancia y una seriedad en los entrenamientos. Pero cualidades, tienen todas.
¿Empezó en la calle?
Todos empezamos ahí desde chicos. Mi padre pintó en la pared una portería con una tiza cuando tenía 8 años. Y hasta hoy.
¿Esperaba un inicio de Liga así?
Creía que me iba a costar más, por el salto. Mis compañeros me están ayudando mucho y espero seguir así. No pudo debutar mejor. Salí y en el primer balón que toqué marqué por la escuadra. Encendí a la gente del pabellón y me alegró.
¿Le gusta el estilo del equipo?
Sí, porque somos habilidosos y rápidos. Ahora tenemos que coger confianza con puntos, pero con el tiempo daremos alegrías.
¿Es una ventaja que sean jugadores de corta estatura?
Somos muchos así, y por eso tenemos dos o tres que nos guardan la espalda. Yo jugaba al fútbol y me dijeron que era muy pequeño. Mido 1,57, pero ser bajito es una ventaja. Ganas en habilidad y rapidez y complicas al contrario.
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El gaditano Jesulito Solano, ayer, en el Palacio del Señorío de Zuasti. JAVIER SESMA
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