Lo que costó abrir la lata

MARCAR pronto no es sinónimo de terminar entre los máximos goleadores, algo utópico si estás en un equipo como Osasuna. Abrir la lata ha sido siempre tarea ardua cuando ocupas la línea de ataque en el club navarro, y son muchos los que se han estrellado en el intento, tanto los jóvenes que han salido de la cantera como los que a golpe de talonario ha traído la secretaría técnica de fuera.

En la última década, 14 fichajes trataron por todos los medios, con mayor o menor acierto, de perforar las metas contrarias, pero muy pocos lograron consolidarse en el equipo. Carlos Aranda es el 15º delantero fichado por Osasuna para esta tarea pero no es ni mucho menos al que más le está costando encontrar el camino del gol.

Morales, larga espera

Armentano y Sabino se dieron prisa por estrenarse, en la tercera jornada. Luego marcaron 5 y 3 goles en toda la temporada.

Pero quien más esperó para estrenarse fue Chengue Morales, que llegó en enero de 2003 y no marcó hasta marzo de 2004.

Caso aparte fue el gran Savo Milosevic, que anotó 4 goles en sus 3 primeras jornadas como osasunista. Era de otra pasta.

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