El Promesas suma la tercera

Los jugadores de Osasuna forman una piña para celebrar uno de los goles de ayer en Mirnada de Ebro. EL CORREO

Osasuna Promesas consiguió en el municipal de Anduva sumar su tercera victoria de la temporada al superar al Mirandés por 1 gol a 3, en un partido en el que los navarros fueron los justos vencedores, ya que no dieron ninguna oportunidad a un Mirandés que ofreció muchas facilidades en defensa.

Bien comenzó el partido para los navarros que, pese a los esfuerzos del Mirandés por controlar el juego desde los minutos iniciales, fueron quienes dispusieron de la primera ocasión clara para romper el empate a cero.

El Mirandés aguantó el ritmo que le puso al partido el Promesas hasta la media hora de juego, momento en el que los de Bañuelos bajaron la intensidad y comenzaron a tener más dudas en defensa, algo de lo que se dieron cuenta los delanteros de Osasuna. En primer lugar fue Torres quien, de lanzamiento de falta, puso en apuros al portero del Mirandés. En el 34 de partido, cuando peor lo estaba pasando el equipo local, Tato ganó la espalda a la defensa osasunista y sacó un disparo fuerte que salió desviado de la portería defendida por Andrés.

La oportunidad fue como un espejismo para el Mirandés, que seguía sin generar ocasiones reales de peligro, mientras que Anunziatta avisó hasta en dos ocasiones de lo que ocurriría minutos más tarde. En el 39 llegó la recompensa para los navarros. Gascón disparó fuerte desde la frontal, el balón pegó en Garmendia, desvió su trayectoria y se coló en las mallas.

Un gol que volvió a dejar patente las ventajas que en labores defensivas da el Mirandés a sus rivales. Tal es así que, el segundo de Osasuna, que llegó cinco minutos más tarde, fue prácticamente un calco. A falta de un minuto para el descanso, llegó el verdadero jarro de agua fría para el Mirandés, que encajó el 2-0 debido, además del acierto de Líbano, a otro desajuste defensivo que permitió al jugador de Osasuna empujar el balón, con el portero vencido.

Tras la reanudación, con los navarros acomodados, fueron los de Miranda los que apretaron. Su empeño hizo que, en el 58, Tato, el jugador del Mirandés más activo, consiguiera recortar diferencias. Pero el Mirandés seguía demostrando inseguridad y llegó el tercer gol de Osasuna, que llegó a falta de diez minutos para el final, por mediación de Manuel.

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