Quizás Camacho haya dado con la tecla, ya suma en estas fechas la importante y simbólica cifra de siete puntos
L A Liga es una carrera de fondo, en la que lo mejor que guardan cada una de sus 38 jornadas son los tres puntos, máxime si de los primeros partidos se trata, los que articulan ese colchón llamado tranquilidad para el resto de la larga competición, y además nadie recuerda al final del campeonato.
En la segunda quincena de mayo nadie recordará si el partido de ayer resultó malo o incluso malo de solemnidad. En cambio, a la afición rojilla todavía le queman las dos derrotas de la pasada campaña ante el mismo equipo de ayer: el Sporting de Gijón.
No resultó un triunfo brillante, ni mucho menos, pero dejó los primeros puntos de casa, que elevan a 7 el casillero, cifra importante y simbólica. Ya supera los 4 de las primeras seis jornadas de la temporada anterior. Quizás Camacho haya dado con la tecla. Vaya usted a saber. Aunque de fútbol entiende todo el mundo, Camacho sabe más. Por si alguno cometía el craso error de dudarlo.
Tanto sabe que, desoyendo a ese dictamen fáctico llamado "cátedra", alineó de salida en vez de a Camuñas a Masoud en el extremo izquierdo, donde el veredicto popular lo había estigmatizado, y el iraní le dio la razón. Lo intentó todo, incluso llegó a alternar de banda con Juanfran, sin que apenas le saliera nada, pero de su bota salió el balón a gol que sacó un defensa y el que dio en la mano de Sastre y fue penalti. El iraní tuvo mucho que ver con la victoria.
También le dio la razón al técnico la ausencia de Rúper. La cátedra daba al canterano como fijo en la alineación. Venía cumpliendo y así mejoraría su oferta, dejando la otra plaza a la elección entre Puñal, como valor seguro, o Nekounam, que no hay manera de que levante el vuelo. Sin embargo, como el fútbol directo apenas necesita el centro del campo, sólo para lo básico, Camacho tiró por la alineación más clásica y dejó a Rúper en el banquillo. Y le salió bien, porque Puñal trabajó a destajo y "Neko" marcó. De penalti pero marcó, que es lo importante. Como Osasuna, que ganó de penalti pero ganó, lo que cuenta.
Además, Camacho también acertó en el planteamiento alternativo. Como el Sporting le supo atajar el fútbol directo que practica, respondió con otro fútbol rocoso, trabajoso, espeso y nada vistoso, pero a la postre eficaz. Ganó. No dejó salir al Sporting a contragolpe, contabilizó tres ocasiones claras y ganó gracias a la mano que le echó Sastre, pero sumó tres puntos. Y Osasuna ya lleva siete, una cifra importante. Si sigue así acabará con 29 en la primera vuelta. Casi tantos como los 30 de récord del año pasado en la segunda. Sencillamente impresionante.
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