La asociación vecinal repartió entre los vecinos 70 kilos de patatas asadas y otros 35 de txistorra
Un año más, y ya van diecinueve, el barrio San Miguel se convirtió en el anfitrión de cientos de vecinos de Estella que acudieron a acompañarles en el inicio de las fiestas de las calles comprendidas entre El Cotarro y Renolit. Desde que la asociación de vecinos recuperara en 1990 esta celebración, la hoguera y el reparto de txistorra y patatas asadas en la explanada de la parroquia San Miguel se han convertido en un clásico del calendario festivo estellés.
Dos cohetes, prendidos por Mertxe Jordana González y María Puy Pascual Larrión, avisaron a la ciudad de que el barrio había encendido la hoguera. "No es como prender el chupinazo de Estella, pero también éste hace ilusión porque somos muy de San Miguel", comentó entre risas Mertxe Jordana.
En esta ocasión, se encargó de dar fuego a la pila de siete palés Carlos Esparza San Gil, para así adornar la fiesta con este símbolo que pervive como recuerdo de las antiguas celebraciones del barrio. Como aderezos nuevos, está el ensayo de la Banda de Música de Estella. Hace seis años se le propuso a la formación con sede en el barrio -primero en un local del Hospital Viejo y ahora en el número 5 de la calle San Agustín- que realizara uno de sus ensayos junto a la iglesia.
Recuperar el pregonero
Y ahora la asociación parece interesada en añadir un ingrediente más del pasado, la figura del pregonero que a voz en grito desgranaba el programa festivo de calle en calle. "En 1990, el primer año que recuperamos la celebración, el entonces presidente Raimundo Antoñanzas Azanza encarnó esta figura que ya no volvió a salir. Ojalá en el futuro de nuevo encontremos a alguien dispuesto a vocear los actos", explicaba ayer su sucesor en el cargo, Mikel Roig Garro, al frente de un colectivo integrado por 65 socios.
Una propuesta lúdica para la que se han invertido 3.900 euros y que continuará hoy, mañana y el martes. Lo más inmediato vendrá a las 9 de la mañana con las dianas a cargo de las Hermanas Duval a las que seguirá una hora después una chocolatada en Espoz y Mina. A las 10.30, la fanfarre Cansalmas, nutrida con intérpretes de la banda de música de Estella, iniciará un recorrido por las calles del barrio. "Otros años optábamos por las actuaciones en Espoz y Mina pero queremos que la fiesta llegue a cada rincón de San Miguel", explicó Roig. La jornada continuará con bombas japonesas, encierro infantil, hinchables y "Gallardete", un toro que en lugar de las tradicionales chispas saca agua.
Por la tarde, el programa se jalona con campeonatos relámpagos de mus y brisca, suelta de ponys en el Rebote a las cinco, verbena con pinchadiscos a las siete, torico de fuego y fuegos artificiales a las nueve y cena popular a las diez. "Como siempre invitamos a toda Estella a sumarse a la celebración. Aquí no pedimos a nadie el carné de residencia", bromeaba Mikel Roig.
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La hoguera presidió el tradicional reparto de txistorra y patatas asadas en la explanada de la parroquia de San Miguel. MONTXO A.G.
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