El concejal de Festejos de UPN Antonio Guillorme prendió el otro chupinazo cuando se percató de lo ocurrido
La fiesta se hizo esperar unos instantes, pero el fallo en el primer cohete que prendió el concejal de Deportes y Festejos de UPN, Antonio Guillorme, sólo "calentó" todavía más las ganas de alegría entre los miles de corellanos que esperaban ansiosos en la plaza de España el inicio de las fiestas de San Miguel.
Fueron unos momentos de incertidumbre con todos mirando al cielo esperando el estallido de un cohete que llevaba inscrito el nombre del concejal que, con rapidez, prendió el segundo que se convirtió, sin quererlo, en el verdadero chupinazo. Ahí empezó la fiesta, que se repartió por toda la ciudad y que continuará de forma ininterrumpida hasta el próximo día 30.
Poco antes, Antonio Guillorme, acompañado por el alcalde y sus compañeros de partido, el presidente Miguel Sanz, y la presidenta de UPN, Yolanda Barcina, se dirigió a sus vecinos, ocultos bajo el manto rojo de los pañuelos en alto, y gritó: "¡Corellanos, corellanas! ¡Felices fiestas! ¡Viva San Miguel! ¡Viva Corella! ¡Viva Navarra".
Poco después de lanzar el chupinazo, la emoción se apoderaba de Guillorme. "Nunca pensé en la alegría tan grande que he sentido cuando he prendido la mecha tras los ¡vivas! de rigor. Me he emocionado en un segundo pensando en mi familia. Ha sido un momento inolvidable para mí", reconocía.
Cohete limpio
También destacó que se trató de un cohete limpio, sin harina, huevos y otros productos y, no se sabe si por la crisis, muchos optaron por llevar botellas de gaseosa en vez del tradicional cava.
La excelente mañana hizo que, desde primeras horas, los jóvenes empezasen a poblar todas las calles de la ciudad. Todo empezó con los almuerzos de las cuadrillas, hasta que, poco a poco, la plaza de España se fue tiñendo de blanco y rojo.
Tras el chupinazo, las charangas de las peñas acompañaron a los jóvenes en el tradicional pasacalles de la ciudad, en el que los participantes también pudieron refrescarse con el agua que les lanzaban desde algunos balcones.
A pesar de todo, cuando la comitiva llegó al parque María Teresa, muchos se lanzaron con decisión a la fuente. La comparsa de gigantes y cabezudos también participó en el recorrido, pero a la inversa, ya que así sirve de animación para los más pequeños, junto a la banda de música.
Corella, con casi 8.000 habitantes, destina este año 176.576 euros a las fiestas, frente a los 216.000 de 2008.
Diariodenavarra.es no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores La discrepancia y la disparidad de puntos de vista serán siempre bienvenidos mientras no ataquen, amenacen o insulten a una persona, empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan obscenidades u otros contenidos de mal gusto.
Diariodenavarra.es se reserva el derecho a decidir las noticias que admiten comentarios de los lectores.
Atención: Tu petición no ha sido procesada correctamente. Comprueba que has rellenado todos los campos obligatorios correctamente y vuelve a intentarlo.
(*) Todas las opiniones que tengan rellenados estos campos pueden aparecer publicadas en el periódico impreso
La alegría se desbordó por las calles de Tudela. ALBERTO JIMÉNEZ
Los jóvenes inician el pasacalles posterior al lanzamiento del chupinazo. ALBERTO JIMÉNEZ
Antonio Guillorme se dirige a sus vecinos entre el alcalde y Miguel Sanz.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual