Rúper tendrá continuidad ante un Valladolid que también hará rotaciones y en el que podría ser titular Héctor Font
Qué cosas tiene el fútbol. Entre ellas, las prisas que le entran al personal, los nervios que recorren el cuerpo, los sudores fríos. Todo surge cuando a un equipo le da por empezar con mal pie, pero es contraproducente para una buena reacción, así que Osasuna se presenta esta tarde en el Nuevo Zorrilla como viene acostumbrando al personal, con déficit de puntos a las primeras de cambio, pero no hay que llevarse las manos a la cabeza ni echarse a temblar.
La Liga acaba de comenzar y sería un disparate efectuar conclusiones tremendistas. El equipo no lo ha hecho bien en los tres partidos iniciales, pero el margen de mejora es extenso y la plantilla dispone de mimbres para demostrar que esta semana, antes dos rivales que, en teoría, son de los que debe jugarse los cuartos, puede dar la talla.
Lo peor es encasquillarse en la autocomplacencia del que cree que los males del equipo son siempre externos y sin solución, porque no es así. Osasuna puede jugar mucho mejor, porque las incorporaciones aún no han ofrecido su mejor versión, cosa lógica en recién llegados; porque el equipo se empeña en jugar en inferioridad, con o sin razón arbitral; porque hay futbolistas que están ofreciendo un rendimiento que dista años luz del que pueden desempeñar; porque estamos en septiembre y esto acaba en mayo...
Los nervios son enemigos del fútbol, pero también la excesiva calma. Así que ni uno, ni otra. Hoy Osasuna debe mostrar una cara muy distinta a sus versiones de las primeras jornadas. Más ambición, más definición, más concentración defensiva, menos facilidades a los rivales. Luego puede venir un Paradas Romero y aguar la fiesta como ya han hecho otros, pero la disposición tiene que ser diferente.
Cuatro cambios en el once
Después de un pobre balance de un punto de nueve, Osasuna sale a Zorrilla a disputar el primero de los dos partidos de una semana en la que pueden sacarse la espina de este flojo inicio. Valladolid y Sporting son dos enemigos directos, en principio, y los pucelanos son los primeros que hay que batir como sea.
Camacho tiene claro que hay que dosificar fuerzas. Al menos así justificó su ensayo de ayer, en el que se vislumbró el once inicial que tiene intención de alinear esta tarde. Según esta prueba, dos habituales como Patxi Puñal y Masoud perderían su sitio, y tampoco continuarían en el once que perdió ante el Sevilla ni Calleja ni lógicamente el expulsado Sergio.
Estos cuatro jugadores serían sustituidos por Josetxo en el centro de la zaga, Monreal en el lateral izquierdo, Nekounam en el pivote, estos dos últimos tras cumplir su sanción, y Aranda, ya recuperado totalmente de su lesión y que vuelve al once tras perder su sitio desde la jornada inicial.
La gran noticia sería la continuidad de Rúper, uno de los pocos rojillos que cumplió ante el Sevilla, configurándose así un inédito doble pivote entre el de Ayegui y Neko.
La presencia de Aranda junto a Pandiani en el ataque desplazaría a Camuñas a la banda izquierda, una posición más cómoda teóricamente para él que la punta en la que se le había ubicado en los últimos encuentros.
Rotaciones en Pucela
Osasuna llega a la cita del Zorrilla con un punto, y su rival algo más aliviado gracias a su importante triunfo en Zaragoza (1-2). Con 4 puntos, las cosas se ven mejor. Por eso, no hay tantas ansias en Valladolid como en Pamplona.
De todas formas, José Luis Mendilibar también tiene previsto realizar rotaciones en el equipo y dejó fuera de la convocatoria a tres de los titulares que ganaron en La Romareda, Canobbio, Pedro López y Marquitos.
Dentro de esta dinámica, cobra más fuerza la posibilidad de que el ex rojillo Héctor Font sea de la partida por primera vez desde que llegó a Pucela. El fino mediapunta de Villarreal ha jugado sólo en las segundas partes, pero podría enfrentarse a sus ex compañeros desde el inicio.
Llama la atención que uno de los fichajes más esperados en la ciudad castellano-leonesa, el delantero del Real Madrid Alberto Bueno, que costó 3 millones de euros, no ha disputado ni un minuto. Hoy se espera que parta entre los suplentes.
Los partidos entre Valladolid y Osasuna no suelen deparar grandes espectáculos precisamente. Sin ir más lejos, el último precedente fue un auténtico fiasco. Con los dos equipos en plena situación crítica, se dedicaron a especular y el Valladolid se buscó muchísimos problemas, pensando que ya estaba casi salvado. Osasuna pudo sentenciar al rival pero se confió en que un punto bastaría después. Unas cuentas casi suicidas.
Esta ves todavía es pronto. Prontísimo. Por eso es mejor no ponerse nerviosos y reaccionar cuanto antes.
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Carlos Aranda y Walter Pandiani volverán a formar la pareja de ataque en el Nuevo Zorrilla, tres jornadas después. JAVIER SESMA
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