Los santacarenses que acudieron a la procesión disfrutaron con los bailes de la comparsa hasta la llegada a la parroquia
"Esto no es para contarlo, es para vivirlo". Así se expresó Pedro María Ruesta, "el mañico", durante la procesión de ayer en Santacara dedicada a la Virgen de la Asunción.
Varias personas tomaron las calles de Santacara para acompañar a la imagen de la Virgen, (llevada por Josecho Martínez, Gerardo Osés, Donato Ochoa y el concejal Javier Pérez), un acto muy querido por todos los vecinos, como comentó Javier Marco: "Lo mejor es la procesión porque es la tradición de siempre".
No faltó ambiente. Durante la marcha religiosa, los gigantes y cabezudos danzaron al ritmo de la charanga. Antonio Pañero, uno de los diez miembros de la comparsa, afirmó que no ensayan mucho: "Sólo nos preparamos cuando se aproximan las fiestas; durante el año no se puede".
Por su parte, la charanga Strapalucio le dedica más tiempo, según comentó Santiago Baroja González: "Ensayamos un día a la semana, y le dedicamos dos o tres horas".
En la misa, a la que acudieron alrededor de 200 personas, el párroco, Javier Pérez, dedicó unas palabras al pueblo: "Es necesario cultural y socialmente celebrar las fiestas y convivir con respecto y alegría, porque un pueblo sin fiestas es un pueblo triste". Al terminar, se hizo la imposición de pañuelos a los nacidos en 2008.
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Los niños, junto con sus padres y el alcalde, Daniel Ayabar Garriz (centro), en la imposición de pañuelos. JESÚS GARZARON
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