Un puente de 190 metros de longitud y 1.000 toneladas de paso se convertirá desde hoy en el símbolo de unión entre Guipúzcoa y Navarra por el paso histórico de Endarlatsa. Obra del ingeniero pamplonés Javier Manterola Armisén, ampliará la nómina de enlaces sobre el río Bidasoa que han sido fuentes de conciliación y división de intereses entre las provincias vecinas. Soportará el paso de los 10.000 vehículos que transitan por la N-121-A, -de los que el 22% corresponde a vehículos pesados-, con una anchura de calzada variable de entre 11 y 15 metros. La singularidad de la estructura estriba en carecer de apoyo alguno sobre el que apoyarse, en atención al propósito de preservación de una zona de tradición en la pesca de salmones.
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