El tudelano Eusebio Soto y la italiana Lara Ciarabellini no se conocían hasta que les hirió de gravedad una vaca que saltó al callejón de la plaza de Tudela en 2008. Se han vuelto a ver donde ocurrió todo.
FUE un reencuentro plagado de sentimientos y emociones encontradas. Las lágrimas y las risas se sucedían sin razón aparente, pero la explicación estaba más que justificada. Y es que el tudelano Eusebio Soto Bermejo, de 38 años, y la italiana Lara Ciarabellini, de 37, volvieron a encontrarse en la plaza de toros de Tudela casi un año después de que el 30 de julio, último día de las fiestas, una vaca que saltó el burladero hiriera a ambos de gravedad.
Los dos sufrieron rotura de la segunda vértebra, la de Soto más importante -se denomina estallido-, y al principio no se descartó que pudiera derivar en lesiones más graves. Ciarabellini también se rompió el tobillo y presentaba un fuerte traumatismo en la cara.
Los últimos meses no han sido nada fáciles para ambos y eso quedó bien claro en su vuelta a la plaza de toros, un lugar que nunca olvidarán. Lara, consultora de una empresa de telefonía, decidió volver a España para ver a Eusebio y a su mujer, Laura Sáez Ponzoni, con los que no ha dejado de tener contacto desde el accidente. Hablaron con el concejal Fernando Inaga, que no dudó en abrirles las puertas del coso.
Emoción y tensión
La entrada a la plaza fue tensa, muy tensa. Accedieron por el patio de caballos y en apenas unos pasos llegaron a la puerta que da acceso al callejón, donde se produjo todo. Nada más llegar, la emoción desbordó a Eusebio, médico que había participado en el dispositivo sanitario del encierro previo a la suelta de vacas en la plaza. Pero, poco a poco, los dos empezaron a tranquilizarse y fueron reconstruyendo paso a paso todo lo que ocurrió.
Soto entró a la plaza por casualidad para despedirse de los compañeros de Protección Civil, ya que poco después tenía que trabajar en el hospital. Pero justo cuando asomó el cuerpo por la puerta del patio de caballos, una vaca colorada se le vino literalmente encima. Tenía aplastada la vértebra y apenas podía arrastrarse hasta que un brazo desconocido lo agarró y lo metió al patio de caballos.
"Cuando caí al suelo vi que la vaca estaba embistiendo a una chica en el callejón. Yo intentaba salir, pero no podía hasta que me sacaron. Luego me quedé en el suelo hasta que me trasladaron al hospital", recordaba Eusebio Soto, después de reconstruir paso a paso lo ocurrido en la misma plaza. Acaba de incorporarse al trabajo tras 11 meses muy duros de recuperación y hubo momentos en los que no pudo contener las lágrimas. "Ha sido un año muy duro", aseguró.
Esa chica que vio en el suelo aguantando las embestidas de la vaca era Lara Ciarabellini, a la que la vaca hirió en el mismo salto. Había llegado de Italia dos días antes y a Tudela justo para ver el encierro. Ni siquiera sabía que había vacas en la plaza, pero cuando se enteró quiso verlas. Se colocó en primera línea para hacer unas fotos, tras el burladero y junto a la puerta de toriles.
Pero salió la vaca y, casi de forma inmediata, se giró y fue hacia la barrera. "Llevaba un minuto en la plaza. Estaba mirando unas fotos de la cámara y no la vi venir, se me echó encima. Sólo sentí un golpe y caí al suelo, aunque no me acuerdo muy bien".
Quizás por eso, por no recordar todo, Lara estaba más relajada y no dejaba de sonreír. Ella también vio a Eusebio Soto en el suelo. "Pero luego sólo me acuerdo de los golpes, muchos golpes. Creo que del primero me fracturé la vértebra y luego me partí el tobillo, pero no lo sé. Es una reconstrucción que yo me hice", reconoce.
Pasó 6 días en el hospital de Tudela y luego fue trasladada a Italia, donde fue operada del tobillo. Seis meses después volvió a trabajar.
"Pasar página"
El reencuentro fue toda una terapia para ambos. "Hemos estado en contacto por el ordenador y quería verlos otra vez. Del susto surgió una amistad, pero apenas recordaba la cara de Eusebio porque nos vimos un momento. También me he emocionado mucho en el hospital, viendo a los médicos", señaló Ciarabellini. Para Soto, volver a la plaza también fue muy importante. "Ha sido buena idea venir. El año fue duro, pero éste era el momento de pasar página", afirmó Soto ya entre risas, junto a su mujer Laura Sáez.
Eso sí, los dos tienen claro que se lo pensarán antes de ir a las vacas. "Yo las veré desde arriba", señalaba Laura, mientras Soto puntualizaba. "Yo, a partir de ahora, las vacas por televisión".
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Eusebio Soto, junto a Ciarabellini, apoyados en el burladero donde saltó la vaca en la plaza de Tudela.
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