Explosivo dentro y fuera del campo. Así es Cristiano Ronaldo. Florentino confía en recuperar su enorme inversión gracias a los derechos de imagen del talentoso futbolista portugués.
EXPLOSIVO dentro y fuera. Así es Cristiano Ronaldo. Poderoso, veloz, desequilibrante y goleador dentro del terreno de juego, donde también ha protagonizado más de un desplante a su ya ex entrenador, Alex Ferguson, y ha recurrido a malas artes y rabietas cuando el viento no ha jugado a favor, como ocurrió en la reciente final de la "Champions" ante el Barça; y un filón como modelo publicitario, que debe generar, como mínimo, 50 millones de euros anuales.
Acusado de arrogante y engreído, Florentino no ha visto en el extremo portugués "nada que le inhabilite para jugar en el Real Madrid", después de haberlo ganado todo con el Manchester, ser proclamado el mejor futbolista del mundo el pasado año y convertirse en un icono en el mercado asiático y sudamericano.
Un joven de 24 años guapo, atlético, tan famoso como era Beckham cuando llegó al Madrid, y siempre en el punto de mira de la prensa del corazón y deseado por millones de jovencitas en el planeta.
Profesional en los entrenamientos y en los partidos, pero rodeado siempre de lujo y bellas mujeres, con el cartel de futbolista más caro de la historia y mejor pagado en la plantilla blanca, deberá hacer frente a las envidias del vestuario y responder con espectáculo, goles y títulos a una afición que está encantada con su fichaje, aunque en época de crisis haya costado más del doble de lo que en su día pagó Florentino por el brasileño Ronaldo.
Derechos de imagen
En sólo seis años, el valor del mediático Cristiano se ha multiplicado casi por seis, ya que el Manchester pagó por él 18 millones al Sporting de Lisboa, pero el Madrid espera rentabilizar tan grandiosa inversión en un par de temporadas. Al igual que Kaká, cederá el 50% de sus derechos de imagen a la entidad blanca, la mitad de las ganancias publicitarias por los contratos que el portugués firmará como jugador del Real Madrid. Precisamente, el patrocinador principal del portugués, el Banco Espirito Santo, acaba de estrenar en España la imagen del "Balón de Oro" de 2008 en un nuevo depósito. A los créditos bancarios es a lo que ha tenido que recurrir Florentino para asegurar los fichajes de Kaká y Cristiano, dos "cracks" de enorme valor no sólo deportivo, sino también estratégico, comercial, para expandir la "marca" CR7" y Real Madrid en el planeta.
El extremo portugués, que puede jugar por las dos bandas, también como segundo delantero, y es letal a balón parado y un gran rematador de cabeza, le costará al Real Madrid al menos 175 millones: 94 por traspaso, y alrededor de 13 millones brutos por cada una de sus seis próximas campañas, para que el jugador se embolse nueve y medio limpios anuales. Al igual que ocurrirá con Kaká, aunque se acuse la recesión mundial, se disparará la venta de camisetas, aumentarán los beneficios procedentes del "marketing" y, siempre que acompañen los resultados, crecerá el número de seguidores blancos en el mundo, cuando ahora es el Barça el que más tirón tiene en el mercado. Florentino insiste en que "lo que parece caro es lo más barato". Ya sacó máximo rendimiento en su primera etapa con Zidane, Figo, Beckham y Ronaldo, y el objetivo es el mismo: amortizar varias veces el desembolso, aunque el de Cristiano sea escandaloso.
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Cristiano Ronaldo manda callar a los aficionados durante un partido de la liga inglesa. El año que viene jugará en España. REUTERS
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