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PATXI GOÑI LOBERA MONTAÑERO DE LUMBIER

"El éxito no siempre está en la cumbre"

El lumbierino Patxi Goñi se muestra feliz tras su intento en el Kangchenjunga, pese a que renunció a la cima a falta de 130 metros

Actualizada Jueves, 11 de junio de 2009 - 04:00 h.
  • J.J. IMBULUZQUETA. PAMPLONA

Tuvo la cabeza fría y la fuerza suficiente como, a pesar de estar a apenas 130 metros de la cima del Kangchenjunga (8.586m), darse la vuelta. Sus sensaciones, el cansancio y un rápido cálculo de que, si lo intentaba, nadie le iba a librar de un arriesgado descenso nocturno le hizo tomar esa dura decisión. El lumbierino Patxi Goñi Lobera no lo dudó y renunció a 8.450 metros. Lejos de sentirse defraudado, Goñi reconoce que acertó de lleno en su decisión.

Ahora, en casa y sano -fue el único de su grupo que no sufrió congelaciones y vivió en directo los apuros de otros, como Edurne Pasaban-, repasa esa experiencia y reconoce que, aunque no llegó a pisar la cima, "es como si la hubiera conseguido, estoy feliz".

¿Con qué sensación regresa?

Muy contento, encantado. No he pisado la cima, la veía enfrente de mí pero no la he conseguido y estadísticamente no he subido el Kangchenjunga. Pero no voy a la montaña por estadísticas ni por tacharlas de una lista. Emocionalmente es como si la hubiera logrado. Es difícil de explicar, habitualmente no se valora lo suficiente el esfuerzo si no hay cima, pero no siempre el éxito está en la cumbre. Hay que valorar otros aspectos. Lo he tenido que dar todo para llegar allí y si no pisé la cima es porque en ese momento ví que seguir era un riesgo demasiado alto.

¿Cómo fue el momento de darse la vuelta?

Resulta duro, pero lo ví claro y el tiempo me ha dado la razón. Hay que tener en cuenta que ese desnivel que en Pirineos supone una subida de 10 ó 15 minutos, a esas alturas son más de 2 horas. Llegué a la arista que lleva a la cima. Eran las 15 horas, tarde, y llevaba ya 14 de subida. Ví que lo que me quedaba era un caos de roca y nieve, sin ruta clara y con un montón de gente desperdigada que seguía subiendo. Ví que si lo intentaba, iba a tener que bajar de noche y ya pasé por eso hace 2 años. No lo quería repetir por nada ya que, entonces, estuve a punto de no contarlo. No quería correr ese riesgo. Koke (Lasa) estuvo de acuerdo y nos dimos la vuelta. Otros como los de Al filodecidieron forzar, ellos sabrán sus motivos, y luego pasaron apuros.

En 2007, en esa montaña falleció Iñigo de Pineda y está expedición quería homenajearle...

Creo que Iñigo estaría muy contento al vernos llegar hasta donde llegamos. En ese aspecto, creo que todos hemos cumplido con el objetivo. Aquella fue una situación muy difícil, un sentimiento de amargura que necesitábamos cambiar. Queríamos rendirle un homenaje y, en ese sentido,estamos plenamente satisfechos.

Entonces estuvieron en el Kangchenjunga solos, ahora había numerosos grupos...

Es cierto. En ese aspecto las circunstancias eran totalmente diferentes, pero la montaña no ha perdido ni un ápice de su atractivo. El Kangchen tiene algo especial. Es una gozada escalarla y, aunque te exprime y te saca toda la energía, disfrutas en ella.

En su blog (http://patxigoni.wordpress.com) habla de la "comercialización" que ha visto...

Era algo que intuía que pasaba, pero nunca lo había vivido en primera persona. Siempre había intentado evitar las masificaciones. Pero es increíble que vengan otros montañeros a la tienda del Base a pedirte 200 dólares por cabeza por usar unas cuerdas fijas que ni siquiera queríamos usar es. Antes se buscaba tener la montaña vacía para trabajarla tu vía... pero, por lo visto, ahora hay quien busca llegar primero, coser la montaña con sus cuerdas y, después, cobrar al resto por ellas. Es muy desagradable y triste ver ese tipo de montañismo...

Y al final, ¿pagaron?

Sí, pero por el bien de la convivencia no porque estuviésemos de acuerdo. De hecho, usamos lo mínimo las cuerdas fijas. Estás allí dos meses y lo mejor es estar a buenas. Nunca se sabe a quién vas a pedir ayuda o quién te la pedirá.

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Patxi Goñi Lobera, escalando por un serac para alcanzar el campo III (7.200 metros) en la ruta que siguió en el Kangchenjunga. COLECCIÓN PATXI GOÑI

Reketa, Goñi y Zerain, con la bandera de Pamplona en el Base. P. GOÑI


Comentarios
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  • Enhorabuena Patxi por tener esa capacidad de darte cuenta. Lo puedes contar.Imágenes como las de la llegada de otros compañeros de esa expedición te hacen pensar el para qué ese riesgo. Hay que llegar como sea a los 14 ocho miles? Es pura competición.Una competición sin reglas. No como en otros deportes en que hay antidoping...Visto desde fuera, en ese mundillo se ve gente que va a competir, cueste lo que cueste, con todo tipo de publicidad, los medios detrás... y otra que con menos pompa, hace sus cosas y en las que el aspecto mediático no es lo primordial.Formi

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