Se le podría aplicar el refrán de "Llegar y besar el santo". Tras llevar apenas tres meses en el mundillo fotográfico, el ingeniero Mikel Butragueño (Madrid, 1975, pero pamplonés de adopción) firma la imagen de mayo 2010 del calendario del Ayuntamiento de Pamplona: la estación de tren, que pronto pasará a mejor vida.
Las vías del tren son una estampa atípica...Me gustó por el simbolismo de una estación de tren que ha sido fuente de muchos encuentros y despedidas, y a la que dentro de poco tendremos que decir adiós.
¿Se siente unido al mundo ferroviario?
Sí, mi abuelo trabajaba en Renfe y vivía cerca de la estación de tren, y da la casualidad de que yo también vivo en las cercanías. Me siento muy ligado a este medio de transporte y siempre que planifico un viaje me gusta mirar la red de trenes; creo que es muy bonito ver la película de un país a través de las ventanas del tren.
¿Y cómo nació la imagen premiada?
Estaba paseando con mi novia por el Bulevard del Arga, y yendo por Cuatro Vientos vi que caía un sol bastante vertical que hacía que las vías quedasen muy claras y se veía un plano con mucha profundidad. Era un día bastante nublado pero cuando salía el sol pegaba con fuerza y creaba grandes contrastes. De todas formas, no considero que sea una foto artística y no estaba entre mis favoritas: presenté otras dos imágenes sobre la Catedral y las murallas de Pamplona. Creo que la han premiado por su simbolismo.
¿Estar presente en las casas de miles de pamploneses con el calendario es la mejor recompensa?
No sé lo que sentiré cuando entre en un centro de salud y vea ahí la foto, imagino que mucha satisfacción. Los cien euros son algo casi simbólico, servirán para pagar algunas de las celebraciones que me están reclamando y seguro que palmo pasta (ríe). Pero el concurso me parece una forma muy buena de descubrir, desde ojos menos profesionales, imágenes cotidianas sorprendentes.
¿Pamplona tiene muchas posibilidades para ser modelo de fotografía?
Tras vivir aquí tantos años llega un momento en el que te acostumbras a ver los mismos rincones, y hasta que no los congelan en una imagen con un tono de luz adecuado y sacándoles toda la belleza no aprecias lo bonitos que son. Las fotos de otros meses están muy bien y reflejan rincones de Pamplona que nos hacen sentirnos orgullosos.
¿Es amigo de la cámara desde hace tiempo?
No, acabamos de conocernos. Hace tres meses que me compré la cámara, porque siempre la pedía prestada y ésta es la primera que tengo en propiedad. Además, me apunté a un curso para poder explotar todas sus posibilidades, porque soy un novato en esto. Y me está sirviendo para aprender conceptos que desconocía por completo, te hablan de diafragma y te imaginas el músculo que está debajo de los pulmones... (ríe).
¿El premio es un aliciente para participar en próximos concursos?
Sí, está claro que anima y que despierta más inquietudes, ahora intentaré exigirme más y buscar mejores fotos. Además, me han animado a presentarme a otro certamen de fotografía, a ver qué tal va...
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Mikel Butragueño posa junto a la imagen ganadora del mes de mayo. M.UNZUÉ
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