Los terroristas robaron hasta tres coches en una hora durante su huida por carreteras del Parque Nacional de Cévennes
Decenas de gendarmes buscan por tierra y aire en las regiones del centro y sudeste de Francia a dos presuntos terroristas de ETA que hirieron ayer de gravedad con un disparo de arma de fuego a un militar. Los fugitivos robaron tres vehículos en apenas una hora en la comarca de las Gargantas del Tarn, una región angosta de la región de Languedoc-Rosellón. Su rastro se perdió tras apoderarse a punta de pistola del coche de unos turistas australianos.
El gendarme tiroteado fue operado de una herida de bala en la muñeca.
La película de los hechos comienza a las 12.30 horas en la localidad de Le Pont de Montvert (departamento de Lozère) con el robo de un vehículo de marca Rover estacionado delante de un restaurante con las llaves en el contacto. Media hora más tarde, un ciudadano comunicó a la Gendarmería que se acababa de producir la sustracción de un automóvil Citroën C4 Picasso, también con las llaves puestas, en el municipio de Blajoux, a 35 kilómetros de distancia, en el mismo departamento.
"Ví a un tipo pequeño, corpulento y de cabellos grasos que merodeaba en torno a coches aparcados con lo que pensé que era un rollo de carteles en la mano. De repente, observé que salía con el coche de mi hermana", explicó el denunciante. Una patrulla de la brigada más cercana partió en busca de los ladrones del Citroën, que localizaron diez minutos después estacionado junto al hotel-restaurante Les Deux Sources en la localidad de Sainte-Enimie (Lozère), ocho kilómetros más lejos.
Cuando los gendarmes se aproximaban para identificar al sospechoso, el conductor del Rover, que se encontraba aparcado en las inmediaciones, se apeó del coche con un arma corta en la mano y efectuó dos disparos en dirección a los agentes, que estaban todavía a bordo de su camioneta. Uno de los proyectiles impactó en la carrocería mientras el otro atravesó el parabrisas y alcanzó a uno de los militares en la muñeca.
Dos disparos
"Vi un coche estacionado en sentido contrario delante de mi establecimiento", relató Francesco Carusi, propietario del hotel-restaurante. "Como estaba comiendo, salí a ver qué ocurría. En ese momento vi a un individuo huir.
Llegó una camioneta de la Gendarmería Nacional y 30 metros más lejos oí dos disparos. Un gendarme salió herido, gritando con el brazo levantado y sangrando", explicó el testigo.
Los etarras abandonaron el Rover, con matrícula 8622GP48 correspondiente al departamento de Lozère, y continuaron la huída con el Citroën, que tenía el depósito de combustible en la reserva.
Por eso, trece kilómetros más adelante, se detuvieron junto al hotel Le Chateau de La Caze, perteneciente al municipio de La Malène, siempre en el mismo departamento. En ese lugar robaron a punta de pistola un Seat Ibiza gris a dos turistas australianos y se dieron a la fuga en dirección a Millau (Aveyron). Las dos últimas sustracciones se produjeron consecutivamente en la carretera provincial D-907 bis, de trazado angosto y con muchas curvas, que bordea las gargantas del río Tarn, enclavado en el Parque Nacional de Cévennes.
Robin Champetier, el gendarme herido, fue trasladado al hospital de Mende, capital de Lozère, donde fue intervenido quirúrgicamente. Su vida no corre peligro.
Plan de búsqueda
Los mandos locales de la Gendarmería activaron en la región el plan especial Epervier (Gavilán) en busca de los fugitivos. Fueron movilizados decenas de agentes que montaron controles de carreteras en un amplio radio y rastrearon la zona con ayuda de cuatro helicópteros.
La Fiscalía de París se hizo cargo del caso y encomendó la investigación a la Gendarmería, a la Subdirección Antiterrorista de París y al servicio regional de la Policía Judicial de Montpellier.
Especialistas de la Policía Técnica y Científica inspeccionaron los dos coches robados y abandonados por los etarras para buscar huellas digitales o genéticas con los que identificarlos. Los servicios antiterroristas franceses no albergan dudas acerca de la militancia en ETA de los ladrones, que emplearon un modo operatorio habitual en sus procedimientos.
Actuaron en pareja en pequeñas localidades rurales donde los automovilistas adoptan menos precauciones al efectuar compras, llevar o recoger a los niños en la escuela o realizar consumiciones en establecimientos hosteleros.
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