El Portland, pese a no jugar una buena primera parte, mejoró después y superó al Arrate
El Portland San Antonio hizo ayer sus deberes. Logró la victoria frente al Arrate (32-26) para colocarse en el cuarto puesto de la Liga y seguir optando a una tercera plaza que el Valladolid recuperó ayer tras ganar al Cuenca por un 29-34.
Lo cierto es que, al final, el equipo albiazul dominó el encuentro y la victoria puede considerarse justa. Sin embargo, el inicio del encuentro no fue nada bueno.
El Portland -ya fuera por no haberse recuperado bien del largo viaje en autobús desde Almería, por la cálida tarde que se había vivido en Pamplona o por la desangelada grada (la coincidencia con el partido europeo de fútbol entre el Chelsea y el Barça tampoco ayuda), salió dormido. El juego navarro no fluía, al ataque le costaba superar la eficaz retaguardia visitante y la defensa tampoco acababa de arrancar.
El Arrate se dejó contagiar también por ese sopor de su rival y el partido se mantuvo igualado y con una dinámica de juego lento, con largos ataques y sin intensidad. De todo ello hay que salvar como honrosas excepciones a los dos porteros. Iñaki Malumbres, navarro del Arrate que sumó 8 paradas en esa primera parte) y Danjel Saric, meta antoniano que cerró los primeros 30 minutos con 17 aciertos, protagonizaron un auténtico duelo en las porterías.
Gracias precisamente al meta bosnio, el Portland logró endosar al equipo de Éibar un parcial de 5-1 en 19 minutos (hubo 10 minutos en los que sólo se registró un gol por parte de ambos equipos) para irse al descanso con ventaja (12-10).
El Portland parecía haber despertado finalmente y así lo demostró en la reanudación. Su defensa ya mostraba cierta intensidad y eso ayudó a que Saric acabara por imponerse definitivamente en su particular enfrentamiento con Malumbres -que fue sustituido por Vuçiniç-. El bosnio dio un auténtico recital y con un 48 por ciento de efectividad fue la chispa que encendió la maquinaria albiazul.
Hernández, Ruesga, Crowley, Jakobsen, Malmagro, Vugrinec... los antonianos encontraban puerta con más facilidad que en la primera parte, mientras que el juego del Arrate se centraba casi de forma exclusiva en las acciones de Ivo Díaz y, sobre todo, de un Rudovic que la retaguardia albiazul no pudo frenar en ningún momento.
Así, los de Chechu Villaldea llegaron a contar con una máxima renta de 7 goles (24-17, m.44; y 25-18, m.46) y el partido se dio ya por sentenciado. El Arrate recortó distancias, pero el equipo local supo gestionar ya bien su renta, sin pasar apuros y pensando en el duelo con el Cai del próximo domingo.
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Al Portland le costó inicialmente superar a la defensa del Arrate, pero en la segunda parte reaccionó y dominó. En la foto, ataque de Jakobsen. J.C. CORDOVILLA
Saric, protagonista con 24 paradas en 50 lanzamientos. J.C. CORDOVILLA
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