Souter no ha confirmado su abandono, aunque varios medios de comunicación lo anunciaban hoy
La jubilación del juez David Souter dará al presidente de EEUU, Barack Obama, la primera oportunidad de marcar su línea en el Tribunal Supremo, el organismo que tiene competencias en temas como el aborto o la pena de muerte. Se espera que sea una mujer la que sustituya a Souter, quien se retiraría a finales de junio, cuando acaba el periodo de sesiones del Supremo, que empieza en octubre.
El magistrado no ha confirmado aún la noticia de su jubilación, recogida hoy por los medios de EEUU, que citan a fuentes del Gobierno. La Casa Blanca aseguró no haber recibido todavía "una comunicación formal del juez".
Aun así, su jubilación se da por hecha, aunque no se prevé que altere el reparto de fuerzas en el Supremo, que en la actualidad integran cuatro jueces progresistas, cuatro conservadores y un republicano moderado, Anthony Kennedy, que suele romper el empate.
Obama, de todos modos, podría nombrar a un juez o jueza joven con la posibilidad de ocupar el puesto vitalicio durante décadas, mucho más allá de que finalice el mandato presidencial, incluso si éste se prolonga durante ocho años, el máximo permitido.
El inquilino de la Casa Blanca tiene la opción, además, de elegir a alguien a la izquierda de Souter, quien ha respaldado causas progresistas durante casi toda su carrera de 19 años en el Supremo, aunque ha defendido también alguna batalla de los conservadores.
En junio pasado, por ejemplo, se apartó del bando progresista al respaldar un recorte de las compensaciones que tuvo que pagar Exxon Mobil a las víctimas del vertido de crudo del petrolero Exxon Valdez en Alaska en 1989.
El juez del Supremo número 105 y el sexto soltero de su historia, fue elegido para el cargo en 1990 por George Bush padre, en sustitución del progresista William Brennan, jubilado en julio de ese año tras sufrir un derrame cerebral.
Su talante progresista fue una desagradable sorpresa para la derecha, hasta el punto de que los comentaristas conservadores utilizan ahora el término "souter" como sinónimo de "traidor".
Entre los hitos de su trayectoria legal está su respaldo en 1992 al mantenimiento del dictamen "Roe vs. Wade", que legalizó el aborto en Estados Unidos en 1973.
El letrado fue además uno de los cuatro jueces del Supremo que votó en contra en el 2000 de sellar la presidencia a favor de George W. Bush tras el largo recuento de votos en el estado de Florida.
Durante su carrera ha apoyado también los programas de "acción afirmativa" para ayudar a las minorías, así como la implementación de reglas más estrictas en la financiación de las campañas electorales para luchar contra la corrupción política.
También se ha mostrado partidario de limitar el uso de la pena de muerte y a favor de los derechos de los detenidos en la prisión militar de Guantánamo, Cuba.
La noticia de su partida ha desatado una fiebre quinielística sobre su posible sucesor, que según las apuestas sería una mujer.
La única magistrada en el Supremo es Ruth Bader Ginsburg, de 76 años, a quien le fue diagnosticado en febrero un cáncer de páncreas, aunque se reincorporó al trabajo tras su intervención y dice no tener intención de retirarse.
Entre los nombres que se barajan para reemplazar a Souter están el de la procuradora general Elena Kagan, las juezas de tribunales federales de apelación, Kim McLane Wardlaw, Sandra Lea Lynch y Diane Pamela Wood y Sonia Sotomayor, quien tiene además a su favor el ser hispana, lo que la convertiría en la primera latina del Supremo.
En la lista corta están también la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Georgia, Leah Ward Sears, y la gobernadora de Michigan, Jennifer Granholm.
El juez Rubén Castillo también aparece hoy en las apuestas, así como el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale, Harold Hongju Koh.
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