Esta vez los resultados sí que acompañaron y todos los rivales directos de Osasuna en la lucha por la salvación,salvo el Espanyol, hincaron la rodilla. La diferencia de puntos con el descenso es la misma que la pasada jornada, 3, y sólo restan 5 partidos de Liga
MUCHOS aficionados rojillos se seguirán preguntando aún hoy si el punto cosechado ayer por Osasuna en el Nuevo Zorrilla es bueno o malo. Y seguro que habrá más de una respuesta posible. Con todo, lo que es verdaderamente objetivo, es que, con el de Valladolid, los de Camacho suman ya 36 puntos en su casillero y se mantienen 3 por encima de la salvación cuando sólo restan cinco jornadas para que finalice la Liga. Y eso es un buen dato.
Osasuna está ya más que acostumbrado a que los resultados de terceros equipos implicados les den la espalda. Ha sido una constante en su historia. Y esta misma temporada ha habido múltiples ejemplos de jornadas que se torcieron más de la cuenta por marcadores que no respondieron a la lógica que la clasificación dictaba a priori. Sin embargo, ayer no fue así. Los intereses rojillos se cumplieron en la mayoría de los campos y, salvo el Espanyol, todos cumplieron con el guión.
El carrusel deportivo arrancó el sábado en Almería, una ciudad de triste recuerdo reciente para Osasuna. Allí no hizo falta esta vez que marcara Negredo para que los de Hugo Sánchez hundieran casi definitivamente al Numancia de Pacheta. Su 2-1 deja a los sorianos seis puntos por debajo de la salvación.
Getafe y Recreativo fueron los siguientes en prolongar la racha. Los madrileños no pudieron frenar a un Villarreal camino de Europa y suman su tercera derrota consecutiva. Están ya un punto por debajo de Osasuna al que reciben dentro de dos semanas. El caso de los onubenses es más doloroso. Su derrota por 2-4 frente al Mallorca (que, por cierto, ya tiene los 42 puntos mágicos) hace que su partido del próximo fin de semana contra Osasuna adquiera verdaderos tintes dramáticos para ellos. Para los rojillos, en cambio, una victoria significaría dar carpetazo a otro rival directo.
También la victoria del Athletic ante el Racing ha tenido el efecto de dejar a los santanderinos con 39 puntos, sólo tres por encima de los rojillos. Pero la verdadera guinda del pastel de la jornada 33 la puso el último partido del fin de semana; el 3-1 que el Atlético de Madrid le endosó al Sporting y que hunde a los de Manolo Preciado a puestos de descenso con 33 puntos. Seis derrotas consecutivas han tenido la culpa de que la Mareona ya no ría como antes. Y este fin de semana se medirán a un Athletic que busca certificar su permanencia.
Y mención a parte merece la remontada espectacular que ayer completó el Espanyol, que por primera vez en muchos meses sale de los puestos de descenso a Segunda División gracias a sus dos goles frente al Betis. Además, los sevillanos le vuelven a ver las orejas al lobo con sus 37 puntos. Los periquitos, que han sumado 13 de los últimos 15 puntos en juego, recibirán a un Valencia también en plena racha. El Betis, por contra, recibe tras dos derrotas consecutivas a un Atlético de Madrid que se juega estar el año que viene en Europa.
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Masoud aplaudió a los rojillos desplazados ayer a Valladolid al ser sustituido en la segunda parte. J.A. GOÑI
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