El equipo salió a las 12 y llegó a Valladolid a las 5 de la tarde, después de parar a comer en Burgos en un restaurante de carretera
Osasuna adelantó ayer todos sus horarios habituales para llegar a Valladolid a una hora temprana. El equipo se ejercitó a las 10 de la mañana, media hora antes de lo que suele hacer el equipo, y una hora después ya había acabado la sesión.
José Antonio Camacho atendió a los medios de comunicación a las once y media y los jugadores, vestidos con el chándal oficial, comenzaron a montarse en el autobús. Media hora después, toda la expedición rojilla, con la novedad de Rúper, estaba ya en el autocar y arrancaba rumbo a Valladolid. Apenas una decena de aficionados despidieron al equipo, y un grupo de niños pidió autógrafos a Nekounam.
El equipo se trasladó por carretera hasta las cercanías de Burgos, donde paró a comer, y llegó a la capital pucelana a las 5 de la tarde. Los jugadores echaron la siesta en las habitaciones del hotel NH Balago, merendaron las 18.45 y a las 19.30 tuvieron sesión de charla y vídeo. A las 21.00, cena, todo ello sazonado con los partidos de la jornada por televisión.
El equipo volverá después del partido a Pamplona.
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