Confía en estar a tope para la recta final de la Liga, aunque sin prisa. "Si no estoy para el Calderón, para el siguiente"
"¡Pata palo, ten cuidado!". Estas palabras salían ayer de la boca de Roberto en el párking de Tajonar. El apelativo, cariñoso, estaba dirigido a Nacho Monreal, quien, ayudado por unas muletas, inició ayer la recuperación de su lesión en el tobillo. La broma del gallego era acogida con buen humor por el lateral navarro. No es para menos.
Después del tremendo disgusto que se llevó al recibir la entrada a destiempo de Chica que le hizo temer una lesión grave, al escuchar un ruido "como la madera cuando cruje", ayer Monreal era todo alegría en Tajonar. De haber podido perderse la temporada ha pasado a no estar descartado para el partido ante el Atlético de Madrid.
Nacho Monreal recibió fisioterapia y medicación, como hará toda la semana. Su sonrisa era patente al salir del vestuario, apoyándose en sus muletas por segunda vez esta temporada. Pero, por suerte, no tiene que lamentar una lesión ósea como le ocurrió el 5 de octubre en el partido ante el Racing, lo que le privó de 2 meses y medio de competición. Esta vez, sus lágrimas al retirarse del partido ante el Espanyol se han convertido en optimismo al ver que sólosufre un esguince del ligamento lateral externo y una contusión en el astrágalo del tobillo derecho.
"En un principio parecía mucho más de lo que ha sido. Escuché un ruido bastante fuerte y pensé que era lo que me pasó la otra vez. En el momento que me pasó, pensé que esto se terminaba, pero parece ser que en dos o tres semanas estaré dando guerra", decía ayer.
Recordaba la acción de Chica, del Espanyol: "Fue una entrada fea. La jugada ya se había terminado, el balón había salido y yo lo estaba cubriendo. Vio que tenía posibilidades de llegar, se tiró y me cazó. Nada más salir del vestuario me estaba esperando para pedirme disculpas y preguntarme qué tal estaba. Buen detalle. Me dijo que pensaba que no me había hecho nada. Se quedó un poco asustado".
Recuperarse... y aprobar
Ahora, el lateral no quiere prisas, que son malas consejeras. "Hay que curar bien el tobillo. Si no estamos para el Calderón estaremos en el siguiente partido", afirmaba.
Su ausencia hubiera sido un problema gordo para Camacho, sin Oier y sin confianza en Tiago, pero cómo él decía ayer, "un tema menos de conversación".
A falta de fútbol, ya tiene tarea esta semana: "Como no puedo entrenar, estaré tranquilo con los amigos, y a estudiar, que tengo un examen de recuperación de Dirección Comercial el viernes. Espero que me salga bien".
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Nacho Monreal, ayudado con muletas, bromeaba ayer con César Cruchaga al salir del vestuario.MARÍA V.M.
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