La final resultó de segunda

Asier Berasaluze golpea ante la mirada de Mendizabal. Atrás, Urberuaga e Ibai Zabala. EL CORREO

La final del campeonato de parejas de Segunda salió como tal, de segunda. Se esperaba una pelea dura, a la defensiva, con mucho pelotazo entre la joven pareja de Asegarce, Mendizabal I e Ibai Zabala, y la más curtida de Aspe, berasaluze IX-Urberuaga, pero salvo el espejismo de un empate inicial a cuatro tantos, el resto del partido resultó un paseo de los azules, con más poderío físico y siempre en su sitio en la cancha.

Ni siquiera el ambiente en la grada, con seguidores de dos pelotaris de Berriz y otro de Aulestia, también vizcaíno, resultó destacable, ya que las diferencias en el marcador ahogaron cualquier conato de fiesta final. La pareja confeccionada por Aspe, más veterana, ambos ex campeones manomanistas de Segunda, gozaron de pelota, a la que imprimeron velocidad, dominaron en la zaga y tuvieron opción de rematar adelante. Por si quedara alguna duda, la resolvieron con el saque. A los rojos no les quedó otra opción que defenderse, algo que hicieron con ímpetu hasta el final, pese a verse sin opciones y pagar con fallos su esfuerzo..

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