El anuncio a la plantilla se hizo el lunes cuando ya habían iniciado el turno y los empleados tuvieron que irse a casa
La empresa textil Cunbur de Cascante, que comenzó a funcionar en 1965, cesó el pasado lunes su actividad de confección de prendas de vestir y anunció al comité de empresa y a sus alrededor de 45 trabajadores el cierre inminente de la planta. La noticia se comunicó al comité a las 5.45 horas del lunes, y totalmente de imprevisto, sólo instantes antes de iniciar el turno.
Posteriormente, se trasladó al resto de la plantilla que ya había comenzado la jornada laboral y que tuvo que regresar a sus casas.
La razón esgrimida por la empresa, que lleva arrastrando problemas desde que hace un año también tuviera que despedir a otros 40 empleados, es que "las expectativas de ventas no son las esperadas", según informó el secretario de organización de la Federación Textil, Químicas y Afines, Fermín Lorente, que se mostró muy disgustado con las formas de la empresa. "No se puede decir a la gente que ha ido a trabajar que cierran y que se vayan a casa. No se puede zanjar una relación laboral de 37 años que lleva la plantilla diciéndoles a las seis menos cuarto de la mañana que cojan el bocadillo y se vuelvan a casa", protestó.
El cierre llega apenas dos meses después de que la otra empresa textil de Cascante, Burgos Pamplona, también decidiera su cierre definitivo, lo que dejó en la calle a 68 trabajadores, tras casi 70 años de actividad.
Ahora, la empresa tendrá que dirigirse al juez de lo mercantil, que pedirá un informe al Gobierno de Navarra, autoridad laboral competente, antes de autorizar o no la extinción de los contratos. "Nos dicen que el informe de ventas que tienen para este año es penoso, pero eso no se hace sin dar explicaciones", añadió Lorente.
40 despidos en 2008
La empresa llevaba en concurso de acreedores desde abril de 2008, cuando además propuso el despido de 40 de los 85 trabajadores que tenía entonces, también por el descenso en los pedidos. En enero de este año volvieron a aparecer los problemas, y la plantilla convocó una huelga indefinida porque no habían cobrado tres meses de sueldo, la paga extra ni los atrasos. Días después se suspendió la huelga porque se acordó un calendario para efectuar los pagos.
La empresa abonó los sueldos y otros conceptos hasta diciembre, pero ahora debe a los trabajadores todo lo que va de año 2009.
Fermín Lorente, que no ve ninguna solución al cierre, adelantó que hoy se celebrará una asamblea para informar a los trabajadores sobre los pasos que va a dar la empresa a partir de ahora. "Sólo podrán reclamar la indemnización al Fogasa. En este caso, y dado que todos pasan del tope de antigüedad, recibirán el máximo, que es una anualidad, además de reclamar los salarios que les deben", indicó el representante de CC OO, quien denunció que uno de los mayores problemas es la situación en la que queda la plantilla. "Hablamos de gente de más de 50 años, con todos los problemas que acarrea esta edad para la recolocación, y más en la situación en la que estamos actualmente", concluyó.
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Un hombre circula con su moto junto al edificio de la empresa textil Cunbur de Cascante. NURIA G. LANDA
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