La mayoría pernoctó en Sangüesa y en la jornada de ayer volvió a soplar el viento con fuerza y la temperatura fue baja
Los 1.300 peregrinos de la Ribera que el viernes cruzaron la Bardena llegan hoy a Javier. La caminata, que comenzó con nieve, frío y fuerte viento en la tarde del pasado jueves, ha pasado factura y concluye con 142 atenciones de Cruz Roja, 119 de Protección Civil de Tudela y el traslado de una joven al Hospital de Navarra. Los peregrinos riberos han caminado entre 75 y 110 kilómetros, distancia más que considerable para que los cuerpos, y concretamente los pies, estén cansados.
La tudelana Rosa Alfaro, que en su primera Javierada estaba dispuesta a repetir la experiencia "si fuera posible cada tres meses". "Es fenomenal, una gozada. Te encuentras con gente majísima, que te tratan de maravilla en todos los sitios. Además, nuestra intendencia se merece un sobresaliente. Nos ha cuidado de maravilla", señaló a la salida de Cáseda donde había comido su grupo.
Los 15 peregrinos de Cabanillas cruzaron ayer monte Peña. Chus Rodríguez, coordinador del grupo, comentó que el camino se encontraba bastante bien. "El viernes cruzamos la Bardena y lo peor fue a la salida de Cabanillas, al paso por la Negra. En el trayecto vimos nieve en lo alto de monte Peña y pensamos que sería complicado subir y bajar. Pero hemos tenido los problemas de siempre", dijo.
Un traslado a Pamplona
Protección Civil de Tudela ha cubierto desde el viernes -ese día conjuntamente con Cruz Roja- la atención sanitaria. En total ha realizado 119 atenciones -84 ayer- y el responsable de grupo, Íñigo Ridruejo, comentó que el frío y el viento fueron "un inconveniente para caminar". Al mismo tiempo hace que los pies sufran menos y por ello no se han hecho muchas ampollas, pero sí hemos realizado masajes porque se han producido calambres y contracturas por el frío", afirmó.
No obstante, ayer tuvieron que realizar el traslado de una joven de Tudela al Hospital de Navarra. "A un kilómetro de San Isidro del Pinar tuvo mareos, dolor de cuello y vómitos. La atendió una médico y nos dijo que era conveniente llevarla a Pamplona a observación". Estos voluntarios también repartieron agua y pastas. "Hemos gastamos 300 de los 550 litros de agua que transportamos en vasijas, y casi los 50 kilos de pastas", indicó.
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Un grupo de peregrinos de Buñuel camina hacia San Isidro del Pinar, donde la expedición ribera paró a almorzar. U.A.
Imagen de los integrantes del grupo de ciclistas Patorrillo de Castejón que ayer partieron desde la villa. MORANCHO
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