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Detenidas tres personas, y ya van 16, por el secuestro de un joven chino en Toledo

La Policía Nacional interceptó los vídeos que los captores enviaban a la familia, en los que encañonaban al joven y le golpeaban con el arma

Actualizada Jueves, 15 de enero de 2009 - 17:20 h.
  • AGENCIAS. Madrid

Agentes de la Policía Nacional han detenido en las últimas horas a tres personas más relacionadas con el secuestro de un joven chino el pasado 4 de enero, lo que completa un total de 16 arrestados --13 de ellos en el momento de la liberación--, entre los que se encuentran algunos amigos de la familia de la víctima, personas que conocían así de primera mano los pasos que los padres estaban dando y si habían contactado con la Policía.

Doce de ellos han pasado ya a disposición judicial esta mañana y los otros 4 han quedado en libertad con cargos, informó hoy la Policía, que señaló que la investigación fue "extremadamente difícil" por el idioma, los medios técnicos y la necesidad de actuar de forma inmediata y segura, ya que la vida de una persona estaba en peligro, como mostraban las pruebas de vida remitidas por los secuestradores a la familia.

El rescate culminó tras una rápida reacción y coordinación de los agentes de tres unidades policiales: la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), la Brigada Provincial de Policía Judicial y el Grupo V de la Brigada de Extranjería de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Ante este tipo de sucesos, en los que el tiempo es clave y está en peligro la vida de una persona, el protocolo nacional establecido en casos de secuestros, extorsiones, incidentes con rehenes y homicidios debe activarse de forma inmediata, según explicó la Policía.

Así, la UDEV Central se hizo cargo se la coordinación y la dirección del operativo. "La investigación resultó muy compleja, ya que los secuestradores han sido muy escrupulosos en todos los pasos que daban, controlado minuciosamente sus medidas de seguridad o los contactos con la familia. Además, entre los detenidos se encuentran varios amigos de la familia del propio secuestrado, con lo que los raptores conocían de primera mano las gestiones que iban realizando los padres y si habían contactado con la Policía", señalaron los agentes.

Tras la finalización del operativo y la liberación con éxito de la joven víctima, los agentes señalaron que la investigación fue muy complicada debido al idioma, ya que ninguno de ellos habla español, lo que obstaculizó la interpretación literal y conceptual de los mensajes; así como la utilización en todo momento de medios técnicos-informáticos para las comunicaciones, tanto entre los propios secuestradores como éstos y la familia.

La Policía reveló que, entre los numerosos terminales móviles intervenidos, concretamente en poder del "ejecutor", se encontraron imágenes del propio secuestrado, "altamente impactantes". "Se han interceptado secuencias de vídeo en las que se aprecia el estado físico del muchacho, con los ojos vendados, y la actitud amenazante de los guardianes que, empuñando una pistola, les apuntan a la cabeza y les golpean con el arma", señalaron los investigadores.

Por último, destacaron el comportamiento de la propia familia y la comunidad china en general, por facilitar en todo momento cuántos datos les eran solicitados, "así como las muestras de entereza y serenidad en momentos difíciles a lo largo de la investigación".

EL SECUESTRO

En la madrugada del 4 de enero, una ciudadana de nacionalidad china denunció en la Comisaría del distrito de Usera la desaparición de su único hijo. El joven había salido a cenar esa noche y sobre las 23.00 horas la familia recibió dos llamadas telefónicas de un compatriota que, desde el propio teléfono de su hijo, exigía un rescate de 300.000 euros por su liberación.

En ese momento, se activó el protocolo nacional de secuestros, dando conocimiento respectivamente a la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, al Grupo V de Extranjería y Fronteras -especializado en mafias chinas-, y la Sección de Secuestros y Extorsiones de la UDEV Central.

Con el apoyo de negociadores y por la investigación conjunta de las tres unidades, los investigadores averiguaron que el adolescente no había quedado con ninguno de sus amigos, sino con una presunta chica a la que había conocido por Internet. Su rastro se pierde en el barrio de Usera sobre las 20.00 horas del 3 de enero.

Tras seguir la pista a los captores, los agentes entablaron una negociación entre los secuestradores y la familia. La cantidad exigida por los delincuentes excedía con mucho de las capacidades económicas de los padres.

Durante los días que duró el secuestro, a la familia fue sometida a una serie de presiones para conseguir que pagaran el rescate. En dos ocasiones, a través de webcam, los delincuentes les mostraron a su hijo, con los ojos vendados, pidiendo que pagaran el rescate y manifestando estar siendo maltratado e incluso le habían golpeado.

Por parte del equipo conjunto, formado por las tres unidades de investigación, se realizaron múltiples identificaciones, seguimientos e incluso se llegó a controlar un intento de pago que resultó fallido.

Con todos los datos obtenidos, los agentes establecieron una conexión entre los autores del presente secuestro con otro ocurrido a principios de octubre de 2008. En esa ocasión se apoderaron de un niño de corta edad que también fue liberado con éxito por la Policía Nacional y se detuvo a parte de la banda de secuestradores, mientras que al menos dos de ellos se habían dado a la fuga.

Los agentes identificaron a los dos principales organizadores, quienes podrían tener relación directa con la familia del joven. Se averiguó que uno de los captores había alquilado recientemente una vivienda en Illescas. Este inmueble levantó las sospechas, puesto que permanecía con las persianas bajadas y era frecuentado por el investigado una o dos veces al día.

En el marco de un operativo de vigilancia, los agentes observaron el día 11 de enero cómo del piso salían tres individuos, portando uno de ellos un ordenador portátil, junto con el sospechoso. Todos subían a una furgoneta grande de color oscuro y con los cristales tintados dirigiéndose hacia Madrid. Se reunieron en un bar de la calle Marcelo Usera con el otro identificado, considerado por los investigadores como el ideólogo.

El coordinador de las investigaciones ordenó entonces la detención de todos ellos, adoptando las medidas necesarias y siendo trasladados a las dependencias de la Comisaría General de Policía Judicial. Al mismo tiempo, se procedió a la detención de otros investigados, concretamente a la persona a la que tenían que efectuar la entrega del rescate, quien había facilitado los teléfonos móviles para hablar con la familia, así como otros que estaban relacionados con los hechos.

El secuestrado se encontraba en la vivienda vigilada policialmente en Illescas (Toledo), desplegándose el correspondiente dispositivo para proceder al asalto de dicho piso, liberar al secuestrado y detener a las personas que pudieran estar custodiándole.


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