El presidente del MRA Navarra ha sacado el látigo en el vestuario. Entiende que la delicada situación del equipo viene motivada por la poca intensidad de varios jugadores y avisa que nole temblará el pulso para tomar medidas
Aquella cuadrilla de amigos del campeonato del Rastro de la Chantrea es ahora un equipo de fútbol sala de la mejor Liga del mundo. Eran finales de los años 70 y uno de sus integrantes en aquellas pistas de brea acumula ahora 17 años al frente del club. Él no puede ser otro que José Antonio Tatono Arregui Sarasa, alma máter del fútbol sala en Navarra, que está dirigiendo el tercer proyecto deportivo más importante de la Comunidad foral.
Estos días no son fáciles para la familia del MRA Navarra. El equipo está abajo y el futuro no pinta bien. Tatono siempre sufre, y ahora más. El de Irurtzun lanza un mensaje agresivo para que el vestuario reaccione ya.
¿Cómo está viviendo el presidente esta delicada situación?
Estoy defraudado por la falta de actitud. Sabíamos que iba a ser difícil porque ha habido muchos cambios en la plantilla, pero eso no quita para pensar que hay muchos mimbres que están por debajo de su rendimiento. Estoy sorprendido por lo que está pasando en el equipo.
¿Por dónde pasa la recuperación del MRA Navarra?
Quiero que en determinados asuntos haya personas que asuman el liderazgo para reconducir la situación. Que se trabaje y que los jugadores se dejen todo en la pista. Puedes perder, empatar y ganar. De acuerdo. Pero yo me quedo con la imagen que transmite un equipo. Y nuestro equipo no está teniendo actitud.
¿Se trata de un problema de los jugadores?
El problema es que no se está jugando como se está entrenando. Falta intensidad y falta que se trabaje como equipo. Alguno está jugando demasiado en individual. Hay que trabajar para el equipo y además, asumir liderazgos. Esto es básico en una situación comprometida, no sólo cuando las cosas van bien. Estamos incentivando esto y vamos a lograr salir de esta situación. Lo que está pasando no se ajusta ni al guión ni a la calidad de los chavales.
¿Por qué se ha llegado a esto?
Hay factores que son incuestionables como la llegada de seis nuevos jugadores o las lesiones de Pablo y Javi Eseverri en un momento clave de la temporada. Pero no caben excusas. Hay que jugar a muerte y cada jugador tiene que dar la sensación de que se está dejando todo en el empeño. Esto hace que juguemos a intervalos. No damos la impresión de tener una intensidad uniforme durante todo el partido.
¿La realidad del problema está más allá de lo meramente deportivo?
Yo espero y creo que no. En estas situaciones es cuando más unidos debemos estar. Cada uno tiene que mirar qué está haciendo mal y tiene que apoyar al compañero que esté a su lado. Es cuestión de hacer una autocrítica individual y ver la paja en el ojo de cada uno, no en el de los demás. Hay que arrimar el hombro y dejarnos la entrepierna en el empeño. Si se hace esto, no tendré nada que decir. Ganemos, empatemos o perdamos.
¿La junta directiva ha visto ahora las orejas al lobo?
El cuerpo técnico y la junta ya estábamos sumamente preocupados antes del partido del viernes pasado contra el Pinto. Hicimos una primera parte en Castellón pésima. Hemos jugado muchos tramos de partidos sin intensidad. Esto no es un flor de un día. Aquí hay un problema y hay que ponerle remedio. En diferentes partidos vienen pasando diferentes cosas. Todos tenemos que liderar esto, pero muy especialmente los jugadores. Ellos tienen que apretar los dientes. Hay que hacer equipo.
¿Qué le dijeron los jugadores cuando se reunió con ellos el pasado lunes?
Dicen poco, pero yo prefiero que me lo digan en el campo. Nosotros estamos provocándoles con la intención de que reaccionen. Quienes juegan y son los protagonistas son ellos. El trabajo que se está haciendo en otros ámbitos es más profesional que nunca. Pero la realidad es que falta la intensidad. Hay muchos jugadores que no está rindiendo a su nivel. Tienen que hacer autocrítica para recobrar la ilusión de hacer las cosas bien. Hay que trabajar y hacer equipo. Si hay algún problema, lo tienen que arreglar entre ellos como se hace siempre en el deporte colectivo.
¿Qué le dice a quien piensa que Imanol Arregui pueda ser el culpable?
Él es el responsable deportivo. Pero desde aquí, en nombre de los ocho miembros de la junta, quiero decir que el mejor valor añadido que tiene este club es el cuerpo técnico: Imanol, Miguel, Antonio, Kubala, Txuma, Alfredo... Eso es lo mejor que tiene este club. De largo. En ningún momento, hemos dudado de la valía de ellos de sacar esto adelante. Ellos siguen haciendo el mismo trabajo enfermizo. Están a disposición del colectivo las 24 horas del día. Lo están pasando mal. Saben que cuentan con todo nuestro apoyo, pero ven que lo que se hace en los entrenamientos no se hace en los partidos.
MRA termina el contrato de patrocinio al final de esta temporada. Dada la situación del equipo y dada la crisis económica, ¿hasta qué punto le da miedo el futuro del proyecto?
MRA siempre ha apostado por este proyecto y ahora se acaba el contrato. La situación económica general está muy difícil. Pero esto debería ser un acicate más para los jugadores. Para la junta directiva y el cuerpo técnico lo es. Los jugadores deben ver que son unos privilegiados. Hacen lo que les gusta y se les paga bien. Todos los días salen noticias de despidos en las empresas. Esto tiene que ser una razón más para que ellos se dejen los cojones. Se tienen que dejar el alma.
¿Ustedes se han dado un plazo para tomar medidas?
Estoy convencido que, independientemente de lo que pase en estos dos partidos antes de que termine el año, se va a ver a un equipo totalmente diferente. Eso espero y deseo. Si no, posiblemente habrá que tomar otro tipo de decisiones. No nos temblará la mano y nunca serán contra el cuerpo técnico. Lo aseguro.
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