Las autoridades vigilarán que no se ha colado ninguna partida de carne de cerdo redistribuida desde Francia o Portugal
El Ministerio de Sanidad y Consumo y la Comisión Europea confirmaron que España no aparece en la lista de países en los que se vendió carne de cerdo con toxinas procedente de Irlanda, después de que el Gobierno de la isla ordenara la retirada de todas las partidas comercializadas a partir del 1 de septiembre. El motivo fue el hallazgo en unos controles rutinarios en los Países Bajos de dioxinas tóxicas.
A pesar de que España no se ha visto afectada, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, aseguró que se va a vigilar cualquier partida de carne de cerdo. Asimismo, se hará un seguimiento en todas las comunidades autónomas por si se ha podido colar alguna partida "por canales de redistribución" desde Francia o Portugal.
"En cualquier caso, y si ha pasado esto, es una cantidad residual", apuntó el responsable de Sanidad, que mandó un mensaje de tranquilidad a la población. Además, recomendó que los ciudadanos que puedan tener carne irlandesa comercializada en septiembre, avisen a las autoridades autonómicas correspondientes.
La policía irlandesa lanzó una extensa investigación sobre el origen de la contaminación de cerdos en decenas de granjas locales. La retirada el sábado de todos los productos porcinos provocó pánico en Irlanda, en momentos en que muchas familias se disponían a comprar los tradicionales jamones o cerdos que consumen en la temporada navideña.
Una fábrica de piensos
Además, aunque las autoridades tratan de minimizar la dimensión de la alerta sanitaria, la crisis evoca la de las vacas locas, la fiebre aftosa y la gripe aviar, que supusieron un grave daño para las respectivas industrias agroalimenticias. La investigación abierta sigue la pista de que los cerdos habrían sido contaminados a través de un pienso que contenía dioxinas, un compuesto químico susceptible de causar cáncer.
Las pruebas realizadas en el pienso que comieron los animales afectados revelaron niveles de dioxinas tóxicas entre 80 y 200 veces superiores a los considerados aptos para el consumo humano.
Según una fuente de la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI, por sus siglas en inglés), el pienso contaminado fue encontrado en una empresa irlandesa que utiliza pan y pasta reciclados para hacer piensos para cerdos. La investigación se orienta hacia la fábrica del grupo Millstream Power Recycling Limited situada cerca de Fenagh (sudoeste de Irlanda).
Las primeras muestras de carne contaminada con policlorobifenilos (PCB, una dioxina probablemente cancerígena) fueron detectadas a finales de noviembre por las autoridades francesas y belgas en carne procedente de una empresa transformadora de Holanda.
Cuando las autoridades de estos países investigaron el origen de la carne, descubrieron que ésta procedía de Irlanda. Unos 25 países podrían haber importado carne contaminada, reconoció el domingo el jefe de la oficina veterinaria Paddy Rogan.
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