Pasó en Málaga y pasó ayer. Osasuna no supo tener la cabeza fría para dar carpetazo al partido cuando el marcador le era favorable. La falta de oficio del equipo también se manifestó cuando en una de las últimas jugadas no se sacó de banda rápido cuando el portero Justo Villar había abandonado el área. Ni siquiera se dejó la oportunidad de que el árbitro decidiera cortar o no la jugada (el meta se tiró al suelo).
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