Pese a ser un alumno muy aplicado, el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, no se libró de ser castigado por el director de su escuela en Escocia, que le pegó con una correa por planear hacer novillos para ver un partido de fútbol. El propio Brown hizo esta confesión en una entrevista televisiva en la que se le preguntó si había sido golpeado con la palmeta cuando estaba en el colegio.
"Con el cinturón, sí", respondió el jefe del Gobierno, precisó incluso que la temida correa, una cinta de cuero con varias colas conocida como Lochgelly Tawse, se fabricaba en la que es ahora su circunscripción electoral. EFE
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