"El navarro es exactamente igual que el de Guadalajara. Sale de noche a ver que pasa"
Ha pasado por casi todas las emisoras navarras inventado espacios musicales. Cuando se cumplen 75 años de la radio en Navarra asegura que ha perdido variedad y ganado aburrimiento. Podría escribir un tratado de sociología musical en Navarra y otro sobre psicología urbana de los pamploneses por la noche. Y es que, el día diez, celebra diez años de discjockey en Marengo, tantos como los que cumple la sala pamplonesa.
Casado, devoto de los Rolling, le da igual que le llamen pinchadiscos o Dj. "Soy un tío que pone canciones. La técnica me importa menos. Intento divertir al personal que sale de marcha", matiza.
¿Si no pone música, se enferma?
Nunca ha sucedido, pero sospecho que no. Incluso cuando estuve en la mili en Burgos trabajé en Radio Castilla. Será más complicado dejar el tabaco.
¿Continúa siendo usted un gurú o son ya otros tiempos?
Cuando uno tiene una edad no adecuada, en vez de gurú se convierte en "viejuno".
Sinceramente. ¿En el fondo usted quiso ser Mick Jagger?
Es que creo que soy Mick Jagger. Lo que pasa es que la gente no lo sabe (Se ríe). Pero hubiera sido más a gusto Brian Jones.
¿Veremos a los Rolling actuando con taca-taca y silla de ruedas?
A Jagger no creo, pero a los demás, tal vez. En las giras llevan su departamento de geriatría. Pero no compraré jamás una entrada por anticipado. Ya me han suspendido dos conciertos.
¿El éxito es la longevidad?
Como no soy competitivo no sé definir el éxito. Esa bipolaridad triunfador-perdedor no la he contemplado nunca. Cuando la gente lejana me consideraba triunfador yo me consideraba perdedor. Prefiero la estética del perdedor.
¿El concierto de su vida?
Génesis, en el Velódromo de Anoeta, con Peter Gabriel. Creo que en 1975. Una unión del espectáculo y la música que no había visto nunca. Y otro de mis grupos de siempre: los Kings.
¿Qué no se cansa de escuchar?
Uno se cansa de casi todo. Pero si tuviera que quedarme sólo un estilo musical sería el blues.
Arriesgue. ¿Quién ha pegado más en Navarra?
En Navarra, y en todas la partes, todo es impensable sin los Beatles. En los 60 Pamplona era muy pop; en los 80 absolutamente rockera.
¿Lo bello siempre vuelve?
La belleza es una aspiración constante del ser humano que a veces se disfraza de cutre. Igual uno se encuentra bello con el pantalón como Cantinflas. No sé como hacen para sostenerlo en las rodillas.
¿Cómo somos los navarros a partir de las dos de la mañana?
Se sale desaforadamente a buscar esa cosa que parece que la noche promete como escribe muy bien Sabina. El navarro es exactamente igual que el de Guadalajara. Sale de noche a ver que pasa.
¿Hay abstemios por la noche?
A parte de mí, lo dudo. Me apena ver un cincuentón a las cuatro de la mañana creyéndose el más guay de la discoteca. Aunque el discjockey casi sea sesentón.
Dicen que el personal no se arrima bailando. ¿Hemos perdido rasmia o cercanía?
Cuando empezamos en Marengo intentamos tandas de temas lentos y fue imposible. No funciona. Algo hemos perdido, pero le aseguro que no son las ganas.
¿Observa mucho candidato a Mira quién baila, o tenemos las caderas de madera?
Para nada. Lo de las academias y las clases de baile en centro parroquial, se nota.
¿Y a usted le sacan a bailar?
Lo han intentado pero yo sí que tengo la cadera de madera.
¿Es cierto que ahora son más tímidos ellos que ellas?
Es una leyenda urbana, pero creo que estamos a la par. Los hombres siempre nos hemos sentido amenazados cuando las chicas se ponen agresivas.
¿Eso de la música tan alta es que van a medias con algún otorrino?
No nos pasamos de los decibelios permitidos, pero en mi caso, tanto tiempo con los cascos puestos, he perdido audición. A la gente le gusta aturdirse con la música. Unos me recriminaban porque, si gritaban, se escuchaban. A más gente, desean menos calidad.
¿Ha visto a muchos ligar con alguien diferente a su pareja legal?
Cuando he visto a alguien así es porque ha venido a saludarme para presumir de la no legal, que se da bastante. Cuando tienes pareja sales menos.
75 años de la radio en Navarra ¿Le dice algo?
Que me he pasado trabajando en radio más de 42 años. ¡Si casi conocí a Marconi! Cada emisora tenía su personalidad propia inconfundible. Era muchísimo más variada. Hoy todas emiten la misma programación a la misma hora. Se diferencian en la opinión. Es aburrida. Y las emisoras nacidas con vocación musical se han convertido en hilo musical.
Se cumplen 40 años del mítico 1968. ¿Queda algo?
El sentimiento de que era posible cambiar todo. Y algo cambió. Lo que ha quedado es el presumir de superviviente. Te conviertes en descreído en defensa propia.
¿Hace 30 y 40 años, en cosa de cine y música, Pamplona era más ilustrada?
Indudablemente, sí. Y se leía bastante. Había más inquietud cultural que en el resto de España. Gracias a Joaquín Luqui con Disco Express, éramos vanguardia.
¿Qué le queda por hacer?
Mejorar. Por salud y economía tendré que dejar de fumar.
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