Mariano Rajoy destaca la vigencia del texto y el acuerdo que representa entre españoles
RODRÍGUEZ Zapatero ya no considera prioritaria la reforma constitucional. El presidente del Gobierno se presentó a las elecciones generales con la promesa, incluida en su programa electoral, de impulsar de nuevo la modificación de la Constitución, impulso que fracasó en su primera legislatura. Pero todo puede acabar en papel mojado.
En unas breves declaraciones durante el homenaje a la Carta Magna en el Congreso, Zapatero alegó que la revisión del texto aprobado en 1978 no es "imprescindible". "Podríamos mejorarla, pero tal y como está ahora es útil para que el país progrese y para que la convivencia se fortalezca", subrayó.
Ninguna fuerza política cree ya que la modificación vaya a acometerse en esta legislatura.
El 6 de mayo pasado, la vicepresidenta Fernández de la Vega dijo en el Congreso que el Ejecutivo estaba dispuesto a discutir con la oposición, en especial con el PP, un "lifting" constitucional limitado a dos puntos: establecer la igualdad de los sexos en la sucesión a la Corona y reestructurar el papel del Senado.
Los otros dos elementos defendidos en la pasada legislatura -incluir los nombres de todas las comunidades autónomas y dejar constancia de los efectos de la integración de España en la UE-, pasaron a ser opcionales.
Los mejores años
El presidente de Gobierno convino ayer en que "la reforma necesita un clima de acuerdo" y subrayó que si éste no existe de antemano, no va proponer "ninguna iniciativa".
" Podríamos mejorarla, pero no es imprescindible, no es una tarea prioritaria", concluyó Rodríguez Zapatero, porque la Constitución, tal y como está, ha permitido los que "han sido probablemente los mejores años de la historia de España". Eso considera el presidente del Gobierno.
Por su parte, Mariano Rajoy, tampoco se mostró mucho más entusiasta con una eventual reforma. El líder del PP subrayó la "vigencia" del texto, que tiene "muchos aspectos positivos".
Y si bien admitió que "alguna reforma habrá que hacer", recordó que fue un acuerdo entre españoles" para "mirar al futuro y superar una etapa muy dura de la historia de España" y también para "fijar unas reglas de juego que constituyesen un marco de convivencia". En ese sentido, Rajoy enfatizó que la Carta Magna "consagra la nación española, la libertad del individuo, los derechos humanos y la igualdad de los españoles".
Para 2012
Con este clima, todas las fuerzas dan por descontado que la Constitución celebrará varios cumpleaños más en su actual redacción, y que su posible reforma será de nuevo materia de debate en la campaña electoral de 2012.
Portavoces de PSOE, PP, CiU y PNV coinciden en que la propuesta de reforma constitucional que recuperó el presidente del Gobierno, está otra vez en dique seco. En estos siete meses no ha habido contactos entre los partidos y nadie se ha sentado a discutir propuesta alguna.
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