Con el susto reciente tras una noche de desvelo, los hermanos Imanol y David Iturria regresaron ayer a una vivienda familiar en el centro de Aranaz después de realizar los trámites con su aseguradora, a la espera del perito encargado de la valoración del siniestro en su caserío Bordazulo. "Los bomberos hicieron muy bien su trabajo. Llegaron desde Oronoz Mugaire lo antes que pudieron. Lo que está claro es que Cinco Villas necesita un parque de bomberos profesionales". Era una reflexión en alto del mayor de los hermanos a la vista de la labor de los servicios de extinción. Para llegar a su destino, los dos vehículos autobomba del parque de Oronoz Mugaire, apoyados con material de los voluntarios de Lesaka, debieron sortear un laberinto de caminos estrechos de hormigón. Para cuando llegaron, parte del edificio era pasto de las llamas. "Fue algo impactante. Había mucha llama y lo que sentimos fue mucha impotencia", observaba ayer Imanol Iturria.
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