Las obras del Tren de Alta Velocidad (la "Y vasca") cuentan con una inversión de 4.178 millones de euros
Ignacio Uría Mendizábal, asesinado ayer por los terroristas de ETA, era propietario de una de las empresas concesionarias del Tren de Alta Velocidad vasco (TAV) que ya había sido señalada e incluso atacada por ETA con anterioridad.
La empresa Altuna y Uría fue atacada el pasado 16 de marzo de 2007 cuando varios de sus camiones aparecieron con las ruedas pinchadas, los tubos de escape tapados y pintadas en contra del TAV vasco. De hecho, Segi amenazó directamente a la empresa en un comunicado de marzo de 2007 por participar en las obras ferroviarias.
La "Y vasca", que debe su denominación la figura que forma su trazado, es la línea ferroviaria de ancho europeo y alta velocidad que se está construyendo para unir las tres capitales vascas y a éstas con el resto de las vías similares de España y de Europa.
Más del 70% del trazado discurrirá bajo túnel. Se construirán 80 en total y se levantarán, además, 71 viaductos.
Cálculos oficiales cifran en 6.900 los puestos de trabajo que genera la nueva infraestructura que, además, supondrá, según las mismas fuentes, un incremento anual del 1,30% del PIB de la Comunidad Autónoma.
El 24 de abril de 2006 el Ministerio de Fomento y el Gobierno Vasco firmaron el convenio de financiación, valorado en 4.178 millones de euros. El Gobierno Vasco asume la responsabilidad de ejecutar el tramo Vergara-Irún-San Sebastián (1.642 millones).
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