El edil Isaías Carrasco fue asesinado en Mondragón, el guardia civil Juan Manuel Piñuel en Legutiano y el militar Luis Conde en Santoña
El asesinato del empresario Ignacio Uría Mendizábal es el cuarto perpetrado por la banda terrorista ETA en este año y el sexto desde que se produjo el fin de la tregua, tras los crímenes de los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno en un área de servicio de Capbreton (Francia) el 1 de diciembre de 2007.
El 7 marzo pasado, a menos de 48 horas de las elecciones generales, ETA dejó su sello con el asesinato a tiros de Isaías Carrasco, un ex concejal de 42 años del PSE-EE en Mondragón (Guipúzcoa). Carrasco, padre de dos hijas, recibió varios disparos en plena calle, a pocos metros de su casa.
Dos meses más tarde, en la madrugada del 14 de mayo, la explosión sin previo aviso de una furgoneta bomba irrumpió la tranquilidad de la casa cuartel de la Guardia Civil en Legutiano (Álava). La deflagración acabó con la vida del agente Juan Manuel Piñuel Villalón, de 41 años, padre de un hijo menor y natural de Melilla pero afincado en Málaga. Sólo llevaba dos meses en Álava.
Otra vez de madrugada, ETA acabó con la vida de un militar: el brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz, de 46 años y padre de un hijo, que fallece como consecuencia de las heridas sufridas por un coche bomba en Santoña (Cantabria). Llevaba 27 años de carrera militar.
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