Lucio Urtubia ha dedicado alrededor de un año de trabajo para redactar el libro, que escribió a mano
Lucio Urtubia presentó ayer su autobiografía titulada La Revolución por el tejado, una obra que el propio autor escribió a mano, "porque yo no soy muy amigo de los portátiles que lleváis ahora".
La obra, que Lucio Urtubia presentó junto a José María Esparza, editor y prologuista de la obra, hace un recorrido por la vida de este navarro, desde sus orígenes en Cascante, pueblo de la ribera navarra, hasta la actualidad, pasando por su huída a París, donde reside actualmente. Del libro, que cuesta 18 euros y que ha editado Txalaparta, se han hecho unos 5.000 ejemplares.
Lucio Urtubia Jiménez nació en Cascante en 1931, en el seno de una familia republicana con cinco hijos y escasos recursos económicos. Tras hacer el servicio militar en Logroño desde joven se dedicó a traficar con víveres, hasta que fue descubierto y huyó a Francia, instalándose en París. Allí comenzó a trabajar de albañíl y a relacionarse con los anarquistas. Su casa fue incluso cobijo para el maquis Quico Sabaté. Posteriormente falsificó documentos y moneda, atracó bancos, imprimió y distribuyó propaganda obrera y anarquista y llenó el mercado internacional de cheques de viajes falsificados del First National City Bank.
Un año de escritura
Durante su intervención contó que tardó un año es escribir el libro "porque me ponía triste cuando recordaba cosas". Además, manifestó sentirse sorprendido por todo lo que le está pasando, ya que, según dijo "los medios me reclaman e incluso he protagonizado un documental nominado en el Festival de cine de San Sebastián".
"Yo no me merezco esto, yo lo único que he hecho ha sido trabajar, como mucha gente que, sin embargo, no se le ha reconocido", indicó Urtubia, quien contó como surgió la idea de escribir el libro. "Yo, que soy albañil, estaba trabajando en casa de una americana y ella conocía a un escritor, que había escrito sobre un anarquista, y hasta que no me llevó con él para que me convenciera no paró", explicó.
Por su parte, José Mari Esparza definió a Lucio como el "prototipo de vasco". En esta línea, señaló que "en el País Vasco destacamos porque funcionamos en conjunto, como sociedad, pero cuando salimos fuera, individualmente no pasamos desapercibidos, y eso es lo que ocurre con Lucio".
Urtubia reiteró que él no cree en los estados, en ningún modelo, porque ninguno ha demostrado nada cuando ha llegado al poder". "Yo sólo creo en la autogestión, y eso es compartir", aseveró. Ser libre, a su juicio, es "desobedecer sin complejos a un poder arbitrario, conquistar la independencia por medio de un oficio, mantener la solidaridad con los desheredados o compartir las riquezas que la vida pone en nuestras manos".
Asimismo, reiteró sus críticas a los bancos. De hecho, asegura que robar a estas instituciones le sigue pareciendo "positivo y un acto revolucionario, siempre que no te lo apropies para ti mismo", dijo Urtubia, quien bromeó recordando que, cuando canta canciones revolucionarias en el metro parisino, "la gente se pone contenta".
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