El cantautor donostiarra había sido distinguido recientemente con la Medalla de Oro de Guipúzcoa
La muerte del cantautor donostiarra Mikel Laboa, fallecido ayer en San Sebastián a los 74 años, ha causado una gran conmoción en el mundo cultural del País Vasco, así como un hondo pesar en sus representantes institucionales y políticos.
Mikel Laboa, uno de los grandes iconos de la cultura vasca, falleció sobre las cinco de la madrugada en el Hospital Donostia, donde ingresó el día anterior por la tarde al empeorar el "debilitamiento" que padecía en "las últimas semanas", según informaron fuentes de la discográfica Elkar, editora de sus últimos trabajos.
Las mismas fuentes agregaron que "siempre" tuvo una delicada salud y padeció diversas enfermedades a lo largo de su vida que lo fueron deteriorando físicamente, hasta que en las últimas semanas se fue "apagando poco a poco".
Tras su fallecimiento, el músico fue trasladado al tanatorio que la Funeraria Vascongada tiene en el barrio de Rekalde de San Sebastián, donde sus familiares y amigos más próximos velaron sus restos mortales.
El autor de la famosa canción Txoria txori será incinerado hoy por la mañana en dicho tanatorio y su despedida se realizará en la intimidad familiar, sin que haya sido organizada ninguna misa funeral.
Por el velatorio desfilaron a lo largo de la tarde destacados artistas vascos, como el escritor Bernardo Atxaga, el poeta Joxean Artze, el escultor Koldobika Jauregi o los músicos Benito Lertxundi, los hermanos Muguruza, Xabier Lete, Mikel Markez e Iñaki Salvador, éste último acompañante de Laboa al piano en sus últimos trabajos discográficos.
También acudieron al tanatorio representantes institucionales como la portavoz y consejera de Cultura del Gobierno Vasco, Miren Azkarate; el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y la presidenta de las Juntas Generales del territorio, Rafaela Romero.
La noticia del fallecimiento del cantautor donostiarra dio lugar durante toda la jornada a la difusión de notas y comunicados de condolencia y pesar por parte de la práctica totalidad de los partidos políticos con representación en Euskadi, que han coincidido en valorar su trayectoria artística.
Patriarca de la música
Nacido en 1934 en la Parte Vieja de la capital guipuzcoana, Laboa está considerado uno de los patriarcas indiscutibles de la música del País Vasco gracias a su afán por revitalizar y modernizar la tradición oral de esta comunidad autónoma, una pasión que compatibilizó con su carrera de médico, desarrollada fundamentalmente en la unidad de Neuropsiquiatría infantil del Patronato San Miguel de San Sebastián.
Casado en 1964 con Marisol Bastida, pieza fundamental en su vida artística, ofreció innumerables conciertos y participó en espectáculos vanguardistas, además de grabar una quincena de discos, muchos de ellos con la discográfica Elkar. Además de poner la banda sonora a la película de Julio Medem La Pelota Vasca, Laboa participó en 2006 en el multitudinario concierto que Bob Dylan ofreció en la playa de La Zurriola en San Sebastián.
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