Una estrella igual a -6º. Para saber la capacidad congeladora de nuestro aparato hay que mirar el número de estrellas. Cada estrella nos indica -6 grados. La congelación exige menos de 18 grados. Por tanto, se necesita que tenga al menos tres estrellas.
Mejor llenos. Los congeladores funcionan mejor cuanto más llenos estén, sin grandes espacios entre los alimentos.
No usar bolsas de la compra. La mayoría de estos tipos de plásticos despiden emanaciones tóxicos que a largo plazo pueden contaminan los alimentos. En el mercado, existen, bolsas y recipientes especiales para el frigorífico que no emanan sabor ni olor. Las bolsas son de película extragruesa que resiste incluso temperaturas de -30º sin perder flexibilidad. Esto es importante porque si se rasga o se rompe la envoltura, los alimentos se resecan y cogen un sabor a rancio.
Poner la fecha en el envase. Conviene poner la fecha de cara a su consumo. Con todo, hay que revisar las existencias de congelado cada dos meses.
Tiempo. No hay un tiempo de almacenamiento establecido para cada alimento. Dependerá de la frescura y calidad del producto. Un consejo general es conservar los alimentos congelados dos o tres meses.
Rapidez. La congelación ha de ser lo más rápida, porque se reduce el riesgo y se mantienen mejor las características del alimento. Por eso no es bueno congelar demasiados productos a la vez.
Cuidado con las ofertas. Puede tratarse de alimentos a los que les falte poco para caducar o que lleven tiempo almacenados en el congelador del supermercado.
Pescados. Si va a congelar pescado fresco pida en la pescadería que se lo preparen. Si lo prepara en casa quítele las escamas, las tripas, la cabeza, lávelo y séquelo antes de congelar. Las sepias, los calamares y los pulpos, también hay que limpiarlos antes de congelarlos. Si son en rodajas o filetes se aconseja intercalar una hoja de plástico flexible para que no se peguen.
Carnes. Retirar cuanta más grasa mejor y mejor, sin huesos. Cuanto más grasa tenga la carne, menor será el tiempo de conservación, porque las grasas pueden volverse rancias aunque estén congeladas. En los filetes es mejor intercalar una hoja de plástico flexible para que no se peguen.
Verduras y hortalizas. Eliminar las partes no comestibles, trocearlas y escaldarlas durante dos o tres minutos con un poco de limón o vinagre para que no se oscurezcan. Acto seguido, echarlas en otro recipiente con agua muy fría (incluso con cubitos). Escurrir y empaquetarlas.
Frutas. Es mejor consumirlas frescas, pero las que mejor se prestan son las pequeñas como fresas y cerezas. Limpiarlas con un paño húmedo. Las frutas como melocotones y ciruelas deben hervirse durante dos minutos, quitar la piel y cortarlas en trozos, sin hueso. Se pueden congelar con un almíbar frío.
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