Las fuerzas de seguridad encontraron los cadáveres de cinco rehenes en el centro judío Casa Nariman
Al menos 160 personas fallecen y más de 300 resultan heridas, después de dos días de combates entre los terroristas y el ejército en Bombay. Tras 48 horas de duros enfrentamientos, las fuerzas de seguridad lograron desalojar el hotel Obiroi, que ya está bajo control, según informó el director general de la Guardia de Seguridad Nacional (NSG por sus siglas en inglés), J.K. Dutta. Los militares también recuperaron el control del centro judío de Bombay, tras una espectacular operación de los comandos del ejército indio. Mientras tanto, uno o dos terroristas mantienen a raya a todos los soldados y agentes de policía en el hotel Taj Mahal, donde se registran numerosas explosiones. Por otro lado, el Gobierno de Nueva Delhi sigue sospechando de Pakistán, pero desde Islamabad niegan cualquier relación con la autoría, y ofrecen su colaboración para demostrarlo.
"El Hotel Oberoi-Trident está totalmente bajo nuestro control", señaló Dutta. En el recinto encontraron muertos a 30 rehenes, y a dos terroristas, lo que eleva el número de muertos a 160. "Los dos terroristas que quedaban han sido asesinados, confirmó el director general de la NSG. Además, precisó que estaban recorriendo "cada habitación del hotel" para asegurarse de que "no queda elementos indeseables", y para socorrer a los posibles rehenes que puedan quedar encerrados. Además, encontraron en el registro "dos rifles AK-47", una pistola y "varias granadas sin detonar".
El otro punto que ha sido asegurado es el centro judío de Bombay, la Casa Nariman. Tras una espectacular acción de los comandos aéreos, que llegaron en helicóptero al tejado del edificio, retomaron el control del lugar. Esta era la primera operación de este tipo que realizaban los miembros del Marcos (como se conoce habitualmente a los comandos militares indios). Allí, encontraron muertos a dos terroristas y cinco de los rehenes, entre los que se incluye el rabino y su mujer, según informó el Rabino Zalman Shmotkin, portavoz internacional de los judíos desde Estados Unidos.
Sin embargo, las complicaciones llegan en el hotel Taj Mahal, que el jueves se creía casi bajo control, pero donde las cosas se han complicado. Uno o dos terroristas, en solitario, están manteniendo a raya a todos los soldados. Los militares se han visto sorprendidos por la alta preparación de los atacantes y por lo bien equipados que se encuentran, lo que está permitiendo a estos atacantes defenderse con granadas y rifles. En una de las mochilas que localizaron encontraron siete AK-47 cargadas, 400 balas, y cuatro granadas de mano fabricadas en China. Lo que si han podido es liberar a las casi 200 personas que continuaban encerradas en el hotel.
Acusan a Pakistán
El otro gran conflicto, aunque en este caso verbal, es sobre las sospechas de la autoría. Desde el Gobierno de Nueva Delhi insisten en que los autores provienen de Pakistán, al que siguen culpando, y a lo que colabora el hecho de que varios de los terroristas detenidos provengan de dicho país. Sin embargo, desde el Ejecutivo de Islamabad niegan cualquier relación con los terroristas, aunque confirman que "en algún sitio tuvieron que formarse los atacantes", pero que aunque fuese en su país, ellos no tienen relación. Para intentar demostrar este hecho, el primer ministro paquistaní, Yousuf Raza Gilani, condenó el "atroz crimen", y ofreció al Gobierno indio toda su colaboración. Además, envió a la India al jefe del servicio de Inteligencia para colaborar en la investigación.
Por otro lado, el grupo terrorista Deccan Mujahedeen reclama la autoría de las operaciones, pero las autoridades no se fían. "Parece increíble que un grupo así, que ha salido de la nada, sea capaz de cometer un atentado así", explica el analista estadounidense en seguridad, Will Geddes, en declaraciones a la CNN recogidas por otr/press. Por este motivo, las investigaciones se están dirigiendo hacia el Lashkar-e-Tayyiba (Ejército de los Puros), un grupo extremista islámico, que ha cometido la mayoría de los atentados ocurridos hasta ahora en la India. Sin embargo, desde el grupo niegan la autoría.
Por último, los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel y Reino Unido han desplegado un dispositivo conjunto, uno de los más sofisticados de la historia, para colaborar en la investigación. Investigadores, analistas forestes, expertos antiterroristas y espías de las agencias de los tres países han llegado a Nueva Delhi y Bombay para intentar encontrar los motivos, las causas y la naturaleza de los hechos ocurridos.
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