A pesar de estar ya disponible para Camacho, no es seguro que vaya a ser convocado mañana para Málaga
Han pasado dos meses y 4 días desde que Nacho Monreal desaparecía de la primera línea de combate. Apenas había comenzado el encuentro ante el Deportivo de La Coruña, cuando el animoso lateral izquierdo rojillo subió la banda y chocó con Zé Castro cerca del área. Intentó seguir, pero no pudo ser. Lo que en un principio parecía un esguince fue mucho más serio: rotura de la sindesmosis tibio-peronea del tobillo derecho. El periodo de baja estimado fue de dos meses.
Ayer, con el plazo previsto casi con exactitud, Monreal recibió el alta médica.
Un gran hándicap
Han sido unas semanas muy duras para el jugador navarro, titular indiscutible y pieza básica en el esquema del equipo. Su ausencia ha sido un hándicap muy difícil de superar.
A pesar de que se fichó en verano a Tiago Gomes para una eventualidad como la que ha ocurrido, ni Ziganda ni Camacho han contado para nada con el portugués, zurdo nato como el de Esquíroz. El elegido para sustituir al cotizado lateral rojillo ha sido el polivalente Oier Sanjurjo, quien el miércoles afirmaba estar dispuesto a competir con Monreal o con quien se tercie para no dejar su sitio en el equipo.
Durante la lesión de Monreal Osasuna se sumió en una fuerte crisis de resultados que le llevó al puesto de colista. Ahora, ha llegado la primera victoria con el alta de Nacho bajo el brazo.
Eso sí, queda por ver si el jugador estará en la convocatoria de mañana, porque todavía le queda por recuperar el ritmo.
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