El OPDE Ribera Navarra vio truncada su racha de éxitos y su imbatibilidad al perder con el Zierbana, en un partido donde el conjunto vizcaino fue mejor que el ribero en la mayor parte del encuentro.
La derrota por 6-7 final no significa que el equipo que dirige Víctor Ridruejo inquietara a su rival. Todo lo contrario, el OPDE estuvo siempre por detrás en el marcador y sólo en momentos concretos superó a su oponente.
Lo peor de la derrota es que se produjo frente a un rival directo en la lucha por disputar la fase de ascenso, y que el quinteto local dejó al descubrierto sus debilidades en defensa que no son sólo de este partido.
Lo mejor de la tarde del sábado fue la gran presencia de aficionados en el polideportivo de Jesuitas, que cada vez va a más.
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