Derrotada por Sarkozy en 2007, Royal anima a sus seguidores afirmando que "2012 es mañana" y seguirá en la brecha
La ex candidata presidencial socialista en 2007, Ségolène Royal, derrotada el martes por la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, en la pugna por el liderazgo del Partido Socialista francés (PS), indicó ayer que su objetivo son las elecciones presidenciales de 2012.
Sin decir directamente que se presentará a esos comicios, la ex candidata al Elíseo en 2007 afirma en un mensaje difundido por internet que : "continuamos, porque 2012 es muy pronto; 2012 es mañana".
Royal hizo saber a sus seguidores dentro del PS que pueden contar con ella, un día después de que el partido designara a Aubry -ex ministra de varios gobiernos socialistas y autora de la ley de las 35 horas laborales- como líder de la formación política, tras una ajustada votación y por 102 votos de diferencia entre los militantes.
Derrotada por el actual presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, en la carrera al Elíseo en 2007, Royal asegura que su equipo debe emprender acciones y subrayó que necesita a sus partidarios porque las próximas elecciones presidenciales de 2012 "son mañana".
En el mismo comunicado añadía que seguirá insistiendo en su idea de implementar una "nueva forma de militancia" y que organizará federaciones que compartan sus ideales.
Cierre en falso
El PS cerró en falso la crisis que le ha asomado al abismo de la escisión. Martine Aubry, investida por el aparato, fue proclamada de manera oficial nueva secretaria general, pero los partidarios de Ségolène Royal insistieron en cuestionar una victoria lograda por exiguo margen.
El Consejo Nacional, una especie de parlamento doméstico, convalidó el dictamen previo de la comisión de verificación del proceso electoral interno.
Royal, personificación de la rebelión de las bases contra el aparato, invitó a la militancia a la unidad y el reagrupamiento pero dejó claro que quiere ser «una fuerza de transformación».
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