Cuatro navarros descendieron en kayak durante una semana los 270 kilómetros del caudaloso río nepalí Sun Kosi, antes de hacer el trekking hasta el Campo Base del Annapurna y cerrar su intenso viaje en las aguas del río Bhote Kosi
Una semana completa remando cada día entre cinco y seis horas seguidas, completando una media de 33 kilómetros por jornada. Todo ello haciendo frente al enorme caudal (recrecido tras el monzón) y quince pasos que llegaban a tener un grado de dificultad IV+ (rápidos violentos, con frecuentes rebufos y drosajes) e, incluso, de grado V (rápidos escabrosos y de gran desnivel, movimientos de agua violentos y encadenados).
Eso es lo que una expedición nacional compuesta por 9 piragüistas -en la que se encontraban los navarros Gabino Falcón Aliaga (Cascante, 1973), Carmelo Egea Navarro (Santacara, 1976), Iván Salvatierra Pérez (Tudela, 1980) y Alberto Pascual Castillo (Peralta, 1970)- realizó del 27 de octubre al 2 de noviembre pasado en el descenso completo de los 270 kilómetros del río nepalí Sun Kosi (desde Dolalghtat, en dirección sureste, hasta Chaatra).
Una aventura por el llamado Río Dorado -la cantidad que contiene de mica, un mineral, hace que, con el sol, sus aguas aquieran un color dorado- en la que el grupo no tuvo apoyo exterior (la comida, tiendas y material se trasladó en un rafto balsa neumática dirigida por tres sherpas) y que se completó con éxito pese a la dificultad que presentaba el río. "El caudal era más fuerte de lo que suponíamos. Creíamos que iba a ser más sencillo, pero ha sido una buena experiencia", apuntaba el tudelano Iván Salvatierra, quien destacó de la expedición "el buen ambiente y la convivencia del grupo" así como los paisajes de los que han disfrutado. "Es impresionante. Ya desde que desciendes con el avión a Katmandú y ves la inmensidad del Himalaya es una sensación especial. Ves lo pequeño que eres respecto a la naturaleza. Luego, ya en el río, nos hemos encontrado con paisajes maravillosos, zonas de selvas que parecían no acabar, orillas de arena fina, unas montañas enormes a los lados...", explicaba.
Tras esa semana, el grupo se puso en camino hacia Pokhara para dejar el río y subir por las laderas de la cordillera del Himalaya en el habitual trekking a los Annapurnas, llegando hasta el Campo Base del ochomil(4.200m). "Ver amanecer allí es una experiencia imborrable", apuntaba Salvatierra. Además, el grupo quiso visitar el Memorial de la montaña y ver la placa en memoria de Iñaki Ochoa de Olza (fallecido en la cara sur de la montaña el pasado 23 de mayo).
En definitiva, un intenso viaje del que guardan "centenares de buenos recuerdos" y que se completó con el descenso de otro río, el Bhote Kosi (afluente del Sun Kosi). Eso sí, una serie de imprevistos (el "secuestro" de una canoa por un joven local y que, pese a la mediación del Ejercito, no fue devuelta hasta el pago de 40 euros; o un accidente de tráfico que cerró la carretera de acceso varias horas) les impidió completar todo el descenso.
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