La multinacional cerró en 2007 dos plantas en Huesca y Alcalá de Henares con 177 despidos. El grupo había propuesto en abril la congelación salarial en Landaben para salir de las pérdidas
El grupo estadounidense Ingersoll Rand prepara una reestructuración del empleo en sus fábricas de Europa que podría tocar de lleno a las dos plantas que tiene la compañía en Navarra. Fuentes conocedoras de los planes de la multinacional apuntan a un excedente que podría rondar los 400 trabajadores, de los que más de la mitad corresponderían a su filial española: Hussmann Koxka.
En concreto, según las cifras que barajan, sobrarían aproximadamente 190 personas de su planta de Landaben, sede central de la multinacional en España, dedicada a la fabricación de equipos de frío industrial para hipermercados y otros establecimientos y que emplea a unos 530 trabajadores.
Tampoco escaparía a la reestructuración la otra planta navarra del grupo, la antigua Kobol, ubicada en Peralta y especializada en condensadores e instalación de maquinaria, donde se apunta a un posible excedente de 30 trabajadores. La fábrica da empleo a un centenar de personas. La noticia podría ser comunicada esta semana a los respectivos comités de empresa. Y la empresa podría presentar en breve un Expediente de Regulación de Empleo de rescisión de contratos ante el Ministerio de Trabajo por afectar a varios centros de trabajo de diferentes comunidades, ya que los despidos también afectaría a alguna delegación situada en otra comunidad, en Barcelona, aunque en escasa cuantía, apenas media docena de personas.
Dos años críticos
Hussmann Koxka, grupo nacido a partir de la pamplonesa Ibérica del Frío, fundada en 1966, y que fue adquirido en 2000 por la estadounidense Ingersoll Rand, contaba con cuatro plantas en España. Además de la sede central en Landaben, sumaba la peraltesa Kobol, otra planta en Alcalá de Henares, especializada en refrigeradores para pequeñas tiendas, y una cuarta en Huesca.
A lo largo de 2007, el grupo cerró estas dos últimas plantas. Primero, la oscense, en agosto, con 44 operarios, y en octubre, la fábrica madrileña, que empleaba a 133 trabajadores y cuya producción desvió a Landaben.
En abril de este año, las alarmas sonaron en la factoría pamplonesa cuando la empresa propuso un plan de viabilidad que pasaba por congelar durante tres años el sueldo de sus trabajadores para salir de los números rojos, después de tres años consecutivos de pérdidas.
En aquel momento, el plan industrial presentado no contemplaba medidas traumáticas para el empleo en la factoría de Landaben, salvo la externalización de dos secciones logísticas, aunque sí dejar de sustituir bajas vegetativas y prejubilaciones como tenía comprometido en su pacto de empresa. Al parecer, la crisis que se ha desencadenado después del verano ha agudizado los problemas financieros del grupo.
Ingersoll Rand, con sede en Nueva Jersey, emplea a 64.000 trabajadores en 29 plantas en EE UU, 31 en Europa, 14 en Asia, 6 en Latinoamérica y una en Canadá. Fabrica desde equipamiento industrial, hasta carritos de golf, sistemas de aire acondicionado o camiones frigoríficos.
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