El Consejo Nacional del partido desestimó por amplia mayoría la alegación de Royal
La ex candidata a la presidencia de Francia por el Partido Socialista, Ségolène Royal, perdió por un margen de 102 votos el liderazgo del partido a manos de la ex ministra de Asuntos Sociales y alcaldesa de la ciudad de Lille, Martine Aubry, según la decisión tomada ayer por la tarde por el Consejo Nacional del partido.
El presidente saliente del PS, François Hollande había dicho que "el partido nunca estuvo en una situación tan difícil". Llamó a los miembros a tomar consciencia de la situación y a actuar responsablemente. Este resultado posiblemente eche por tierra la ambición de Royal de enfrentarse una vez más a Nicolas Sarkozy por la próxima elección presidencial de 2012, tras la derrota encajada en 2007.
En un principio se había informado del triunfo de Aubry por un estrechísimo margen de 42 votos, el 0,04% de los votos de los militantes del partido. El apretado resultado, así como la supuesta existencia de irregularidades en varios distritos, entre ellos Lille, habían movido a los seguidores de Royal a presentar una impugnación ante el Consejo Nacional.
El Consejo, un parlamento del partido donde están representadas las diferentes corrientes internas, oficializó la elección de Aubry por 159 votos a favor, 76 en contra y dos abstenciones, un resultado que fue seguido de una cerrada ovación. Mientras, en el exterior, medio centenar de partidarios de Royal blandían banderas en las que reclamaban un nuevo referéndum interno.
Los miembros del Consejo dieron por buenos los resultados de la votación de los militantes del pasado viernes, en la cual se impuso Aubry por un corto margen.
Corregido el recuento por una comisión de verificación encargada de estudiar las irregularidades denunciadas, la alcaldesa de Lille obtuvo 102 votos más que Royal, 67.451 frente a 67.349.
En el primer recuento, elaborado en la noche del viernes, Aubry se imponía por 42 votos, un margen que los partidarios de Royal consideraban demasiado estrecho, por lo que pedían repetir la votación.
Las dos candidatas se abrazaron al término del Comité Nacional, pero esa imagen no parece que cierre las heridas.
La alcaldesa de Lille se apresuró a enviar un mensaje de unidad al partido, comenzando por su rival, con quien se reunirá, "si ella quiere", en los próximos días para zanjar diferencias.
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