Osasuna ha caído tres posiciones, pero abandona ya el puesto de colista
Es inevitable. Se han cumplido doce partidos, casi un tercio de Liga, y en Osasuna la mitad ha sido para cada entrenador, Ziganda y Camacho. Las comparaciones, siempre odiosas, suelen enfrentar a los partidarios de unos, a los detractores de otros, a los que creen que era una gran injusticia echar a Cuco, a los que piensan que la etapa del técnico navarro estaba más que acabada.
Pero en este caso sirven precisamente para zanjar polémicas y poner a cada uno en su sitio. En un pésimo arranque de Liga, Osasuna ha conseguido los mismos puntos, 4, con los dos entrenadores, y los números han sido muy malos con los dos. Así que sirva este análisis como enunciado de datos y cierre de confrontaciones. Al final, la victoria conseguida ante el Almería es lo último que queda en la memoria y lo primero en lo que tiene que edificarse el futuro rojillo.
Queda dicho que cada técnico ha gozado, es un decir, de seis jornadas. Ziganda fue fulminado por no conseguir ninguna victoria y sumar 4 puntos, merced a 4 empates (Villarreal, Mallorca, Deportivo y Numancia) y 2 derrotas (Valencia y Racing).
¿Y Camacho? Consiguió enderezar un comienzo mucho peor gracias al triunfo del domingo. De esta forma, también suma 4 puntos, con una victoria (Almería), 1 empate (Atlético de Madrid), y 4 derrotas (Sporting, Betis, Espanyol y Athletic).
El balance goleador
Las cifras goleadoras son tristes en los dos casos. Dos tantos marcó Osasuna con Cuco Ziganda al frente. Los tantos fueron obra de Nekounam, de penalti (ante el Villarreal), y Portillo (en Mallorca) en las dos primeras jornadas.
Con Camacho se han marcado el doble, cuatro, aunque tres de ellos llegaron en el último encuentro. El otro, inútil, fue el de Ezquerro al Sporting.
En el apartado de goles encajados, es donde Osasuna ha logrado mantener mejor el tipo. Ziganda consiguió una buena firmeza defensiva y el equipo recibió sólo 4 tantos en 6 jornadas. Claro que si no se mejoraban los números de ataque poco había que hacer.
Tras el relevo en el banquillo, el equipo se desestabilizó, lejos de encontrar un revulsivo, y por jornadas pareció que perdería la consistencia, que era lo único bueno que tenía. Pero el murciano va poco a poco haciéndose con las riendas de la situación, conociendo las piezas de las que dispone, y con ello se podría confiar en un mejor rendimiento en el futuro. De momento, con él en el banquillo el equipo ha encajado 8 goles, también el doble que los que se llevó su predecesor.
En cuanto a posiciones, el equipo ha perdido 3 con el cambio, pero lo último que ha ocurrido ha sido dejar el puesto de colista. ¿Quién gana? Todo queda en empate técnico entre técnicos. Quien debe ganar es Osasuna.
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