Los seguidores de Royal anunciaron que acudirán a los tribunales para pedir que se repita el proceso de elección
La alcaldesa de Lille, Martine Aubry, fue proclamada hoy la nueva primera secretaria de los socialistas franceses tras un largo y agónico proceso de elección todavÃa contestado por los partidarios de su rival, la ex candidata al ElÃseo, Ségolène Royal, que no descartan acudir a los tribunales si no se repite el voto de los militantes en algunas federaciones sobre las que dicen albergar dudas.
El Consejo Nacional del Partido Socialista francés, conocido como 'el Parlamento' ratificó poco antes de las 20.00 horas la victoria de Aubry al validar los resultados de la comisión de verificación que concedió a la ex ministra de Trabajo un total de 67.451 votos de la militancia frente a los 67.349 logrados por Royal. El Consejo, integrado por algo más de 230 miembros, proclamó la elección por 159 votos a favor, 76 en contra y 2 abstenciones.
Poco después, una emocionada Aubry se dirigió a la tribuna para tender la mano a su rival. "Quiero decirle a Ségolène que juntas vamos a ganar por los franceses", declaró tras haberse acercado a abrazar a su contrincante, sentada en la primera fila del Palacio de la Mutualidad donde se reunieron los socialistas.
Sin embargo, la derrotada no parece querer rebajar la presión a pesar de sus llamamientos a la "unidad" del partido y declara su deseo de ser "una fuerza de transformación" en el seno de la organización. Aunque no mencionó la posibilidad de recurrir a la justicia, como asà lo sugieren sus correligionarios, Royal tampoco reconoció explÃcitamente la victoria de Aubry y advirtió de que la batalla sigue. "Hemos llevado a cabo una gran batalla por la transformación del Partido Socialista y esta batalla continua", dijo rodeada de sus colaboradores.
TodavÃa esta misma mañana los partidarios de Royal seguÃan reclamando la organización de un nuevo voto al considerar que la victoria de Aubry por 102 papeletas de diferencia en la segunda vuelta de las elecciones no permite unificar al partido.
"Esta decisión no es aritmética ni jurÃdica, es polÃtica y precipitada. Para que se produzca la reunificación, para que sea legÃtimo, es necesario que el voto se haga sin dudas, sin sospechas", decÃa el eurodiputado y lugarteniente de Royal, Vincent Peillon.
De hecho, los correligionarios de Royal solicitaron esta mañana oficialmente al Consejo Nacional anular el voto emitido el pasado 21 de noviembre que dio la victoria a Aubry por 42 papeletas de diferencia.
En un documento remitido a Daniel Vaillant, presidente de la comisión de verificación, denunciaban "numerosas irregularidades" y aseguraban que el desarrollo de la elección ha "hecho nacer una profunda indignación teniendo en cuenta el número de irregularidades constatadas y escaso margen de votos entre las dos candidatas".
Otras voces del 'royalismo' como la de Jean Noël Guérini, lÃder de una importante federación, aseguraban sin embargo tras la proclamación de Royal que no harÃan "nada" para impedir el trabajo de la primera secretaria. "Hay una primera secretaria, una mayorÃa y una oposición", dijo.
Los medios franceses especulaban hoy sobre el futuro de Royal si se confirmaba el voto de los militantes que el pasado viernes 21 de noviembre colocaron en cabeza para asumir el liderazgo del partido a la alcaldesa de Lille. Sus partidarios sostienen que no tiene pensado abandonar el PS y que, más bien al contrario, está firmemente decidida a quedarse.
Gestionar las corrientes
Sea cual sea la deriva del litigio que emprenda Royal, la tarea de Aubry no será fácil. La nueva secretaria del partido se enfrentará a una organización difÃcil de gestionar incluso si logra un compromiso con su principal adversaria.
Plagado de corrientes internas a veces irreconciliables, como se demostró en el reciente Congreso de Reims, los partidarios de Aubry, Bertrand Delanoë y Benoît Hamon fueron incapaces de llegar a un acuerdo para presentar una candidatura única.
Es por tanto probable que el clima de tensión que presidió el Congreso y que se ha trasladado a la guerra de cifras tras el voto de los militantes llegue ahora a las negociaciones para componer la nueva dirección porque en el fondo existen unas grandes divergencias ideológicas.
Hamon es partidario de volver al proteccionismo, Delanoë se declara liberal pero, en realidad, la más liberal es Royal, mientras que la propia Aubry es una militante escorada claramente hacia lo social.
Sin olvidar las ambiciones por la presidencia en 2012. Se da por hecho que Royal volverá a intentarlo, mientras que el ahora director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, se perfila como el candidato potencial favorito de los simpatizantes socialistas.
Les une, eso sÃ, el rechazo a la polÃtica de Nicolas Sarkzoy, aunque a veces algunas de las medidas impulsadas por el presidente francés también logran dividirles, como ocurrió durante la reciente reforma constitucional o la aprobación del Tratado de Lisboa.
Evitar la división
No es por tanto extraño que en su último discurso como primer secretario tras once años en el cargo, François Hollande, pidiera a sus compañeros de partido hacer un examen de conciencia "individual y colectivo" y buscar las vÃas para un "acercamiento general".
"No hay un bloque contra otro. No hay aquà dos partidos socialistas, hay un sólo partido que quiere vivir unido y respetar unido sus reglas y a sus militantes", lanzó en la apertura del Consejo Nacional encargado de validar el nombramiento de Aubry. Hollande habló también de evitar los "peligros de la discordia, la división y la disolución".
"En esta situación hay que defender el interés general, superar los comportamientos de clan, moción o corriente. Hay que ser capaces de dar este partido, este partido de la alternativa, el único a la izquierda hoy, una fuerza colectiva", arengó Hollande.
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