El magistrado Ferrín Calamita asegura que sólo "veló por los intereses de la menor"
El magistrado Fernando Ferrín Calamita, acusado por prevaricación debido al supuesto retraso de los trámites de adopción por la consorte de una madre biológica de una niña, además de discriminación sexual contra la pareja de lesbianas, indicó ayer, en el primer día de su vista oral que en este caso "sólo ha velado por los intereses de la menor" cuando decidió demorar los trámites. Asimismo, manifestó a los medios de comunicación que se siente perseguido por su creencia ideológica.
Así, dijo confiar en que "al final se haga justicia, aunque ya no creo en ella, ya que todo lo que me viene pasando desde hace más de un año ha hecho que pierda mi confianza. La justicia hoy día está politizada".
Durante el interrogatorio, el magistrado se negó a declarar ante las preguntas del fiscal superior de la Comunidad Autónoma, Manuel López Bernal, y del abogado de la acusación particular, José Luis Mazón. En este sentido, dijo que no eran interlocutores válidos porque "habían intentado negociar la retirada de la querella a cambio de 10.000 euros y si accedía a irme de Murcia". Esta acusación fue desmentida por Mazón.
Pasadas estas acusaciones, llegó el turno de preguntas del fiscal Manuel López Bernal, a quien el magistrado Fernando Ferrín Calamita negó haber practicado discriminación sexual, al igual que prevaricación o retardo malicioso para la adopción. A preguntas del fiscal sobre el motivo por el cual pidió un segundo informe sobre la adopción cuando ya le había remitido uno el servicio de la Consejería de Política Social, Ferrín Calamita explicó que ninguno de esos informes respondía a las preguntas que él formulaba. "El Gabinete Psicosocial no me dijo cuál era el interés de la menor. Lo que me hicieron no era un informe".
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