Deberá decidir cuántas acciones de los bancos con dificultades compra la Administración
DE la noche a la mañana, Neel Kashkari se convirtió en el hombre más temido de Washington. Muchos lo comparan con el famoso personaje de Walt Disney Tío Rico, aunque a diferencia del ávaro pato, este hombre de 35 años es un funcionario con la nada fácil tarea de administrar los 700.000 millones de dólares previstos para rescatar al sector financiero.
Kashkari no tiene fama de "niño prodigio" pero sí de buen ejecutor, alguien que sabe establecer prioridades, delegar y llegar a la meta. Kashkari necesitará todos esos atributos y más para sacar adelante su titánica tarea.
En las manos tiene un cheque de 700.000 millones de dólares que se destinarán, en gran parte, a sanear la dañada banca del país. En su primera intervención pública explicó su plan de acción, que incluye la compra directa de hipotecas a los bancos por parte del Gobierno.
Al igual que su jefe y mentor, el secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson, Kashkari es un ex empleado del banco Goldman Sachs, lo que lo convierte en conocedor del paciente a tratar, pero también en ex miembro de un club culpable del actual desaguisado en el país.
Eso lo obligará a moverse con pies de plomo, para no dar la impresión de que beneficia a sus ex compañeros de Wall Street a expensas de los contribuyentes.
Cualquier paso en falso podría convertirse en una bomba política dado el agravante añadido de su corta edad y limitada experiencia que ha planteado dudas sobre su habilidad para gestionar un monto comparable al destinado a la guerra de Irak.
Hijo de inmigrantes de India, el zar del rescate, como lo han bautizado ya algunos medios en Estados Unidos, debe su fulgurante ascenso y repentino protagonismo a sus años en Goldman Sachs.
El joven funcionario del Tesoro tuvo su primer contacto laboral con Goldman en 2001, cuando cursaba un máster de dos años en gestión de empresas (MBA) en la Escuela de Negocios de Wharton, de la Universidad de Pensilvania.
En el verano de ese año trabajó en la división de tecnología del banco y causó una impresión lo suficientemente buena como para recibir una oferta de trabajo tras su graduación. La gente que lo conocía en Goldman Sachs dice que su formación científica ayudó a que lo ficharan.
Kashkari cursó estudios de ingeniería en la Universidad de Illinois y colaboró, en su primer trabajo, en el desarrollo del Telescopio Espacial James Webb, un proyecto conjunto de la agencias espaciales de EE UU, Europa y Canadá con el que se pretende estudiar la formación y evolución de las galaxias. El Webb sustituirá al Hubble en 2013.
Un simulacro militar
Sus ex compañeros lo definen como una persona amigable, que sabe escuchar, piensa antes de hablar, expone con sencillez ideas complicadas y es bueno a la hora de liderar proyectos en equipo cuyo éxito depende de la cooperación de otros.
Michael Useem, uno de sus profesores en la Escuela de Negocios de Wharton, explicó al diario The Wall Street Journal que el MBA trató de prepararlo para desafíos como los que afronta ahora.
En 2002, Useem llevó a sus estudiantes a un fuerte del ejército para que participaran en un simulacro informático de ocho horas que el ejército utiliza para entrenar a sus oficiales para afrontar situaciones caóticas. La misión de los estudiantes consistía en salvar a 300 refugiados bosnios.
Al igual que ahora, Kashkari y el equipo que lideraba tuvieron que tener en cuenta los intereses de distintos grupos y actuar con rapidez en una situación de gran tensión. Con suerte, el actual desafío acabará mejor que el simulacro en Fort Dix, donde Kashkari y su equipo no finalizaron con éxito la misión porque docenas de soldados enemigos dispararon contra el convoy que transportaba a los refugiados bosnios.
Kashkari llegó al Tesoro en 2006, donde comenzó a trabajar en el plan del departamento contra la crisis inmobiliaria. El Gobierno lo nombró la semana pasada director interino de la Oficina de Estabilidad Financiera, creada específicamente para gestionar el rescate financiero.
Libremercadista
Kashkari, que de sí mismo dice ser un "republicano libremercadista", será quien en última instancia decida cuántas acciones o partes adquiera el Estado de los bancos. Una tarea que él, como muchos otros liberales de la Secretaría de Finanzas, bien habrían querido evitar.
Neel es el menor de una familia de científicos crecido en el estado de Ohio. Su padre fue condecorado incluso por el presidente por sus proyectos de irrigación en Africa. "Cualquier cosa que se le pida, ya sea un auto eléctrico o una excursión a las cataratas del Niágara, lo hará de forma sumamente meticulosa", definía Chaman Kashkari a su hijo en la revista Time.
No pocos creen que Kashkari tiene los días contados, y que no sobrevivirá más allá de la administración Bush porque incluso hasta John McCain pretende incorporar gente nueva a su gabinete. "Ello dará lugar a cierto nerviosismo", opinó Madeleine Brand, una comentarista de la radio estatal NPR. Pero Kashkari en estos momentos es la persona que está sentando las bases del futuro económico de EE UU.
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