Tres años después de ser líder, Osasuna es colista en solitario, una posición que no ocupaba desde el 15 de septiembre de 2001
27 de octubre de 2005. Osasuna ocupa las portadas de los periódicos gracias a su espectacular arranque de Liga: durante unas horas, es el líder de Primera División tras derrotar al Athletic (3-2). 27 de octubre de 2008. Osasuna le ha dado la vuelta a la clasificación y, siete años después, vuelve a ser el colista de la categoría.
En un descenso vertiginoso hacia los infiernos de la tabla, el equipo rojillo se levanta hoy como último de Primera, tras una jornada nefasta en la que los equipos de abajo intentan escapar, pero Osasuna se hunde sin aparente solución. Desde el 15 de septiembre de 2001, el conjunto navarro no ocupaba el farolillo rojo. Han tenido que pasar más de siete años para que vuelva a ocurrir.
De líder a último, cómo cambian los tiempos. Y en sólo tres años. Desde luego, el equipo no tiene nada que ver. De hecho, el equipo inicial de aquel liderato y el del sábado ante el Betis coincide únicamente en tres de sus componentes: Ricardo, Josetxo y Puñal.
A pesar de que se ha dado por sentado, incluso desde el propio club, que la plantilla actual es una de las mejores de la historia, que hay calidad de sobra para estar en una zona tranquila, que hay seis o siete equipos inferiores, la realidad es fría y dura. Nadie lo ha hecho peor que Osasuna cuando han transcurrido ocho jornadas de Liga, y el cambio de entrenador no sólo no ha solucionado nada de momento sino que ha puesto en evidencia que los males son mucho más profundos. El médico es otro, quizá más experimentado que el anterior, pero también está claro que parte de cero y el tiempo transcurre rápido en su contra. Por ahora, dos partidos, dos derrotas, cuatro goles en contra y uno a favor. El balance ha empeorado.
Como hace 46 años
Ocho jornadas, cuatro empates y cuatro derrotas. Cuatro míseros puntos de 24 disputados. Desde la temporada 1962-63, Osasuna no empezaba tan mal. En aquella Liga de 16 en la que los rojillos intentaban sobrevivir pero no lograban enlazar dos temporadas seguidas en Primera, fueron colistas tras ocho jornadas, con una victoria, un empate y seis derrotas. Sumaban tres puntos, que equivalen a los cuatro actuales. El balance goleador era de 8 a favor y 17 en contra.
Han pasado 46 años y Osasuna vuelve a protagonizar un inicio horrendo. Sus tres goles a favor a estas alturas sólo se habían visto una vez: en la temporada 85-86. Curiosamente, también entonces se llevaban 8 en contra. La consecuencia, el puesto de colista. La excusa, Osasuna, con Ibáñez, Bustingorri, Castañeda, De Luis, Echeverría, Goikoetxea y compañía, vivía su primer año como equipo europeo y sufría en Liga. Un dato para la esperanza y la motivación del equipo: este arranque, casi idéntico al actual, no significó el descenso, ya que Osasuna terminó la temporada en la decimocuarta posición.
Lo que mal empieza...
Sin embargo, la mayoría de las veces que el equipo rojillo ha empezado fatal no ha levantado cabeza. Descendió en aquella temporada 62-63; también en la 53-54, cuando era penúltimo a estas alturas tras ganar dos partidos y perder los otros seis; y en la 59-60, en la que era colista, con dos victorias, un empate y cinco derrotas.
En el último descenso, en la 93-94, tampoco arrancó bien. Dos victorias, un empate y cinco derrotas le llevaban a rozar los puestos de descenso.
Pero también hay ejemplos de pésimo inicio y permanencia. En la 2000-01, el equipo también comenzó muy mal, con 6 puntos de 24, y era último con un triunfo y tres empates. Se salvó en la última jornada. En la 2002-03, era penúltimo tras ocho jornadas, empatado con el colista Recre, pero su reacción le llevó a terminar la Liga en el puesto undécimo.
Lo que está claro es que, después de este arranque, el equipo no puede demorar ni una más la victoria. Desde que la Liga tiene 20 equipos (87-88), Osasuna siempre ha conseguido la permanencia con un mínimo de diez victorias. Quedan 30 partidos y hay que ganar un tercio por lo menos.
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