Encuentros en tres continentes

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, arguyó ayer en Pekín que hasta el 15 de noviembre es pronto e imprudente hablar de fracaso sobre la asistencia o no de España en la cumbre que se celebrará en esa fecha en Washington para buscar soluciones a la crisis financiera internacional. Es más, pase lo que pase, cree que ya está lanzando un mensaje positivo. "Nosotros queremos aportar para que los ciudadanos de mi país sepan que hay gobiernos dispuestos a cambiar las cosas seriamente, a no consentir la avaricia ni a que se actúe con voracidad", defendió a cerca de 10.000 kilómetros de Madrid.

En este sentido, Rodríguez Zapatero replicará su propuesta para que se dote de un nuevo mandato al Fondo Monetario Internacional (FMI) "en tres continentes, en pocos días". Lo hizo en Pekín ante los 45 países asistentes a la séptima cumbre Asia-Europa (ASEM); lo hará entre el 29 y 31 de octubre en la Cumbre Iberoameriana que se celebra en El Salvador; y lo hará también en la reunión preparatoria de la Unión Europea convocada en Bruselas para el 7 de noviembre. Es, de momento, su modo de sacar cabeza.