Osasuna lleva sin ganar cinco meses y medio, cuando derrotó a un descendido Murcia en el penúltimo partido (2-1)
El récord negativo sigue estirándose. Han pasado ocho jornadas desde que comenzó la temporada y Osasuna sigue sin acordarse de cómo se gana. Nunca había sucedido nada parecido. Lo peor hasta este curso había llegado en dos campañas, cuando al equipo le costó siete encuentros vencer, pero lo de ahora es digno de estudio, de exorcismo, de lo que sea.
Hasta ahora, la temporada 86-87 y la 93-94, la del último descenso, figuraban como las de la victoria más costosa. La racha se rompió entonces ante el Real Madrid y el Athletic, respectivamente. Pero en este ejercicio todo se supera, lo de los poquísimos goles a favor, lo de cesar un entrenador antes que nunca, y ahora lo de la victoria que se resiste.
Desde el 11 de mayo
Osasuna se quedó la pasada jornada como el único equipo de Primera que no gana, y así seguirá al menos hasta el domingo que viene. Su última victoria oficial en el campeonato fue el pasado 11 de mayo, al ya descendido Murcia de Javier Clemente, por 2-1, cuando Osasuna estaba inmerso en plena lucha por el descenso y el rival totalmente desmotivado.
Han transcurrido por tanto más de cinco meses y medio sin que los aficionados rojillos vean ganar al equipo, ni en casa ni por la tele. Y si se quiere ser quisquilloso, que se puede ser, antes de esa victoria ante un rival que no se jugaba nada, hay que mirar precisamente al último Espanyol-Osasuna (0-1) para ver un triunfo competitivo. A ver si sirve de estímulo...
El siguiente rival que visita el Reyno de Navarra, el 9 de noviembre, será el Atlético de Madrid, y por cierto habrá que ver si Javier Aguirre sigue en el banquillo o en el club colchonero siguen la costumbre que ha seguido Osasuna.
Dady, lesionado
¡Noticia! Ayer no hubo expulsados, ni en el bando rojillo ni en el bético, pero es que no hubo ni una tarjeta amarilla. Ni tanto, ni tan calvo. Tampoco hubo postes, como venía siendo habitual, por lo que el gol anulado injustamente se quedó como única tabla a la que agarrarse para pensar en las eternas adversidades rojillas.
De todas formas, cuando algo puede ir a peor, empeora. Ayer, con los tres cambios ya realizados, Dady, que acababa de salir al campo en lugar de Portillo, sufrió un pinchazo en el muslo derecho que será valorado mañana lunes. Lo peor es que el jugador no avisó al técnico de su lesión hasta que éste había realizado el tercer cambio, algo que no gustó al técnico de Cieza, tal y como reconoció después en la sala de prensa.
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